Plenos poderes para Caparrós
El Mallorca encara una renovación casi integral, pero esta vez no está motivada por las apreturas económicas, sino por el criterio deportivo de su entrenador
Cuando llegó a Mallorca, Joaquín Caparrós se encontró con un equipo construido a la medida de Michael Laudrup. Un grupo hecho para el toque, y con más bien poca inclinación a la intensidad física y al rigor defensivo, ingredientes indispensables para el técnico andaluz. En medio de un concurso de acreedores que fue una fuente constante de inestabilidad institucional, el Mallorca firmó un muy buen año: se clasificó séptimo y acarició hasta la última jornada las posiciones europeas. Con una plantilla hasta cierto punto ajena, hizo lo que pudo Caparrós, y fue mucho.
Para esta temporada, el de Utrera se está construyendo el equipo a su gusto, con el apoyo del máximo accionista, Lorenzo Serra Ferrer, que dispone de un mayor margen de maniobra una vez superada la suspensión de pagos. El Mallorca encara una renovación casi integral de la plantilla, pero esta vez motivada no por las apreturas económicas, sino por el criterio deportivo de su entrenador. La operación de limpieza ha alcanzado a nueve jugadores, que no contaban o contaban muy poco para el equipo técnico. Además, dos titulares como el Chori Castro y Ramis han abandonado el club porque las ofertas de Real Sociedad y Wigan fueron irrechazables.
La llegada de Arzimendi evidencia que Caparrós ha decidido sobre su equipo con plenos poderes
En defensa, Caparrós está a la espera de un segundo central que forme pareja con Nunes. Junto a ellos se alineará Nsue, reconvertido en lateral derecho, mientras que el flanco izquierdo será para una de las incorporaciones, el exatlético Antonio López. Pina y Martí tendrán que hacer sitio en el centro del campo a Javi Márquez, llegado desde el Espanyol para desempeñar un papel importante en la organización del juego. Arriba se mantendrá la dupla atacante formada por Hemed y el mallorquín Víctor, en el momento más dulce de su carrera. Entre los dos firmaron el 44% de los goles del equipo el año pasado, por lo que se espera una aportación no menor de los hombres que podrían ocupar las bandas, Pereyra y Arizmendi. El francés, uno de los jugadores más técnicos de la plantilla, tendrá vía libre para hacer olvidar las veloces incursiones de Castro. Por su parte, Arizmendi aterriza en la isla como hombre de confianza y apuesta personal del entrenador, con quien coincidiera en el Deportivo y durante su breve y fallida etapa en el Neuchâtel suizo. Su llegada evidencia que, este año sí, Caparrós ha decidido sobre su equipo con plenos poderes.
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