Iker Martínez y Xabi Fernández se quedan sin fuerzas
Los medallistas olímpicos, que llevan compitiendo en el mar un año sin descansar, no logran clasificarse para la Medal Race en 49 er
Iker Martínez y Xabi Fernández -oro en Atenas 2004 y plata en Pekín 2008-, no podrán luchar por una nueva medalla olímpica. Los vascos han terminado su participación hoy duodécimos los Juegos, fuera de las diez plazas que dan acceso a la Medal Race. Termina la aventura de los dos regatistas que se han quedado sin fuerzas después de un año interminable en el mar. Cinco días antes de comenzar a navegar en las aguas de Weymouth, Xabi Fernández estuvo a punto de decir basta. El compañero de Iker Martínez desde hace 14 años en todas las aventuras en el mar, sufría una rotura de fibras que le impidió entrenarse todos los días en Lanzarote. A la isla canaria llegaron 15 días antes del comienzo de los Juegos. Lo hicieron desde Galway, donde los regatistas habían terminado cuartos la Volvo Ocean Race, la regata más dura del planeta. Sin un minuto de descanso y con 39.000 millas náuticas (73.000 kilómetros) y casi nueve meses en el mar a sus espaldas, volaron a España para preparar su participación olímpica.
Los vascos aspiraban a su tercera medalla olímpica en la clase 49er. Cambiaron en su cabeza la vela oceánica por la ligera en unos minutos. Su preparador físico, Iñigo Losada, preparó entrenamientos en la isla canaria para que los dos mejores regatistas del mundo perdiesen un par de kilos y potenciasen su explosividad – las regatas de la Volvo son maratones de horas en el mar; en Weymouth son como los “sprints de 100 metros” de atletismo-, y puliesen la flexibilidad.
La pareja vasca ha acabado duodécima
Xabi Fernández llegaba tocado de la última etapa de la Volvo. Además, a los fuertes dolores lumbares se le unió una gastroenteritis. Pese a ello, se recuperó en los últimos días –días en los también tuvieron que decidir si iban a ser los abanderados españoles, tras la ausencia de Rafael Nadal por lesión, algo a lo que renunciaron para no frenar su preparación-, aunque no fue suficiente y los dos regatistas vascos han estado muy lejos de los mejores del mundo en las aguas inglesas. Nerviosos, nunca navegaron con comodidad en el campo de regatas. Aunque la cabeza funcionaba, el cuerpo de los dos vascos, sintónicos dentro y fuera del mar, no ha podido aguantar un último sprint en el agua después de un año frenético. "Se acabó el sufrimiento", ha declarado Iker. Para Xabi la navegación ha sido muy amarga: "Sabíamos que la medalla era difícil, pero al menos queríamos quedar contentos por cómo navegábamos, y no ha sido así. Empezamos la regata ya muy cuesta arriba, aunque eso nunca es excusa, tampoco el dolor", ha declarado. En la Medal Race que se disputa pasado mañana solo se luchará por el bronce. Los australianos Nathan Outteridge y Iain Jensen son matemáticamente los nuevos campeones olímpicos y la plata es para los neozelandeses Peter Burling y Blair Tuke.
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