Cazorla, incendio y cortafuegos

Situación límite en el Málaga. El equipo andaluz, clasificado para disputar la previa de la Liga de Campeones, vive una angustiosa situación económica ante la desidia de su propietario, el jeque Abdullah Al-Thani, que ya ha comunicado que no realizará ninguna aportación económica más y que la entidad debe vivir de sus propios recursos. La necesidad angustiosa de liquidez para pagar parte de las fichas de los jugadores y atender pagos pendientes a equipos como Osasuna, Villarreal y organismos como Hacienda ha provocado la más que probable venta del mejor activo del club, el internacional Santi Cazorla.

El jugador se entrenó por la tarde de ayer con sus compañeros, pero ya no lo hizo esta mañana; viajó a Londres, donde pasará el reconocimiento médico para fichar por el Arsenal. Cazorla, con 27 años, fue uno de los jugadores que denunció al Málaga por impagos, aunque retiró la demanda por el pacto que la plantilla suscribió con el club. Según la prensa inglesa y a falta de darle la oficialidad a la operación, el traspaso de Cazorla está cifrado en unos 20 millones de euros, cantidad muy inferior a la cláusula de rescisión, de 45 millones.

Las oficinas de La Rosaleda son un hervidero  con la presencia de  representantes que desean conocer el futuro de jugadores

Se desgaja el club, que también despidió al director deportivo, Antonio Fernández, que llegó hace año y medio a la entidad y ha sido el encargado de realizar los numerosos fichajes del equipo andaluz en este tiempo. Las oficinas del estadio de La Rosaleda son un auténtico hervidero en estos días, con la presencia de numerosos representantes de técnicos y jugadores que desean conocer los planes de futuro. Así, la salida de Cazorla podría estar acompañada de la de sus compañeros Toulalan y Rondón, con ofertas ambos. Los agentes del jugador francés le han hecho saber al Málaga que el futbolista saldrá de inmediato ante los impagos de su ficha, que no se resuelven. Algunas fuentes apuntan también a que el club le habría comunicado al agente del técnico, Manuel Pellegrini, que no está en condiciones de asumir su salario, por lo que el futuro del chileno podría estar en el alero.

“Esto es un sálvese el que pueda”, proclama una fuente del club, aunque algunos jugadores, caso del capitán Weligton, sigue confiando en que todo se arregle: “Una vez más, confiamos en el club”. No ocurre lo mismo con la afición, que mostró su protesta ayer en el entrenamiento y hoy en el propio estadio, donde el coche del despedido Antonio Fernández fue golpeado. En el club, mientras tanto, se intenta mantener la calma y se trabaja para que el traspaso de Cazorla apague los incendios económicos más acuciantes.