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El secreto del espía científico

Buschmann lleva siete años analizando deportiva y personalmente a los rivales

Low conversa con los jugadores alemanes.
Low conversa con los jugadores alemanes.OLIVER WEIKEN (EFE)

Alemania no deja nada en manos del azar. Para plantear los partidos cuenta con la ayuda del profesor Jürgen Buschmann, un científico, espía de los rivales a los que se enfrenta la Mannschaft. Sus informes son decisivos para Löw a la hora de diseñar la estrategia. Se basan en variables de comportamiento de los contrincantes en diferentes situaciones de juego como, por ejemplo, jugadas de estrategia, toques de balón u ocupación del espacio. Llegó hace siete años de la mano del exseleccionador Jürgen Klinsmann en un momento en el que según el experto consejero se trabajaba de forma muy tradicional o conservadora a pesar de que en otros deportes como el hockey, baloncesto o balonmano el éxito de este método científico está comprobado.

Buschmann es el director de scouting de la Universidad de Colonia y de su equipo forman parte 50 estudiantes y tres científicos con la función de estudiar cada detalle deportivo de los oponentes de Alemania. Sus exámenes son exhaustivos, hasta el punto de analizar las expectativas de los seguidores de cada selección y el comportamiento del futbolista fuera de los terrenos de juego. Para el científico es necesario saber incluso qué tipo de persona es, por ejemplo, si tiene madera de líder, si apoya iniciativas sociales, o tiene una fundación propia, o si aparece en las noticias por algún incidente desafortunado. La clave del éxito consiste en compaginar la teoría científica que elabora su equipo con el aspecto práctico que aplica el cuerpo técnico.

Antes del comienzo de la Eurocopa se aventuró a predecir una final entre España y Alemania. En el Mundial de 2010 sus informes no dieron los frutos deseados y los germanos sucumbieron en las semifinales contra La Roja: “Nuestro análisis entregó el dato preciso sobre dónde debía plantarse Alemania, pero en aquel partido, como comprobamos en un estudio posterior, faltaron siete metros para alcanzar el posicionamiento ideal”, asegura durante una entrevista concedida a Deutsche Welle.

Sus informes son decisivos para Löw a la hora de diseñar la estrategia

Ahora ya ha diseñado un nuevo plan para una hipotética final y asegura que esta vez tendrá éxito aunque no quiere dar ninguna pista porque “esa es información confidencial”. Si la Mannschaft consigue su objetivo sabe que él no saldrá en las portadas de los periódicos ni acaparará la atención de los aficionados. Eso no le importa porque siente el reconocimiento de los que saben lo que hace.

Hansi Flick, exjugador y miembro del staff técnico de Alemania, le mandó un SMS después del primer encuentro de la Eurocopa contra Portugal, que decía: “Gran trabajo, súper equipo de Colonia”. Buschmann guarda un especial recuerdo de los cuartos de final del Mundial 2006, cuando Alemania eliminó a Argentina en la tanda de penaltis. “Andreas Köpke [entrenador de porteros] tuvo la genial idea de entregarle a Jens Lehmann [exguardameta de Alemania] el resultado de nuestro análisis sobre cómo disparaban los jugadores argentinos desde los 11 metros”, declaró en una entrevista al diario alemán Frankfurter Allgemeine.

El estudio de cada oponente se evalúa, se selecciona, se filtra y se incluye en un dossier de unas 500 páginas que va acompañado de material de vídeo, con unos 20 dvds, que muestran con imágenes lo escrito. Al final, toda la información se comprime en cinco folios que llegan a las manos de Löw. Un trabajo que, según dice Buschmann, “sirve para marcar la diferencia con los demás en pequeños detalles”.

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