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Alonso gana en Valencia una carrera loca

El español, el primer piloto que repite triunfo esta temporada, logra la victoria después de haber salido en la undécima posición. Por MANEL SERRAS

Fernando Alonso rueda en Valencia
Fernando Alonso rueda en ValenciaAlberto Saiz (AP)

La locura del campeonato se trasladó a la pista del circuito urbano de Valencia. El Gran Premio de Europa de 2012 será difícil de olvidar. No solo porque puede ser el último en el asfalto levantino, sino fundamentalmente por el gran espectáculo que ofreció. Toques entre coches, entrada del coche de seguridad, incidencias en los talleres y abandonos sorprendentes. Y entre todo ello, la fuerza de Fernando Alonso volvió a permitir al piloto asturiano resurgir de sus propias cenizas –partió en la 11ª posición- y concluir ganando la carrera más bonita del campeonato. Es el único piloto que ha logrado dos victorias esta temporada. Se había impuesto en Malasia y repitió en Valencia. Tras él se clasificaron Kimi Raikkonen y Michael Schumacher.

La victoria, absolutamente impensable a tenor del rendimiento de su Ferrari, permite al asturiano liderar en solitario el campeonato del Mundo, con 111 puntos. Una victoria crucial, porque la logró el mismo día en que ni Hamilton ni Vettel consiguieron puntuar: los dos acabaron fuera de la carrera por un accidente en la última vuelta el primero, y por un problema mecánico, el segundo. Esas dos circunstancias y los problemas mecánicos de Grosjean (Lotus) resultaron cruciales para la 29ª victoria de Alonso. La suerte jugó esta vez a su favor.

La victoria permite al asturiano liderar en solitario el campeonato del Mundo, con 111 puntos

Alonso realizó una excelente salida y después se vio favorecido en los cambios de gomas. La estrategia de Ferrari fue buena esta vez. Alonso avanzó tres coches en la salida y se situó en octavo lugar. Y después, cuando entró al taller, en la 16ª vuelta, una más tarde que Raikkonen, Maldonado y Hulkenberg y dos más tarde que Hamilton, realizó un perfecto pit-stop y logró recuperar la pista por delante del finlandés. Después se concentró para realizar tres adelantamientos seguidos, a Webber, Senna y Michael Schumacher que no habían cambiado todavía. Así que al concluir el primer paso por el taller, Alonso se encontró en la cuarta posición. Habían transcurrido 25 vueltas.

Y entonces una circunstancia especial le echó otro cable. Un toque entre Kobayashi y Vergne obligó a entrar al coche de seguridad cuando habían transcurrido 29 vueltas. Todos los pilotos aprovecharon para entrar en el taller. Pero solo uno tuvo problemas: Hamilton, que vio como su coche se caía dos veces del crick hidráulico. La consecuencia fue que Alonso le adelantó y que el británico quedó relegado a la sexta posición. Después, cuando se marchó el coche de seguridad (33ª vuelta), Alonso salió disparado y adelantó a Grosjean para situarse en segunda posición.

Alonso realizó una excelente salida y después se vio favorecido en los cambios de gomas

Y cuando todo parecía determinado, entonces Sebastian Vettel sufrió un problema mecánico que le obligó a abandonar (34ª vuelta). El colíder del Mundial (junto a Alonso) mostró su descontento cuando se quitó un guante y lo lanzó enfadado contra la valla de seguridad. “Simplemente, el coche se paró. Fue un problema eléctrico. La carrera estaba siendo perfecta”, sentenció Vettel. Ahí perdió la posibilidad de ser el primer piloto que inscribía su nombre como ganador de dos carreras esta temporada. La oportunidad pasó a manos de Fernando Alonso que, de golpe, se encontró liderando la carrera.

Faltaban 22 vueltas para la conclusión y todo quedaba en manos de los neumáticos. Para Alonso el reto era importante, porque Ferrari no es precisamente el coche que mejor conserva las gomas. La victoria iban a disputársela entre el asturiano y el francés de Lotus, Romain Grosjean. Y la última plaza del podio la dirimían Lewis Hamilton y el segundo Lotus, el del finlandés Kimi Raikkonen. Sin embargo, la teoría pocas veces coincide con la realidad. Sólo unas vueltas más tarde (41ª), Grosjean comenzó a perder potencia y acabó aparcando su coche en el arcén, como consecuencia de un problema en el alternador que no permitía cargar la batería y tuvo que abandonar.

Todo le iba de cara al asturiano. A falta de 14 vueltas, Alonso lideraba la carrera con una ventaja de 3,5 segundos sobre el británico Lewis Hamilton y de 4,4 ante Raikkonen. Era cuestión de mantener los neumáticos hasta la conclusión para convertirse en el único piloto que ganaba por segunda vez este año. Lo consiguió Alonso, pero no Hamilton que perdió posición con Raikkonen y sufrió luego un accidente al intentar evitar que Maldonado le adelantara en la última vuelta. Maldonado le agredió –el incidente quedó bajo investigación- y el británico lo perdió todo y dio opción a Michael Schumacher para subirse al podio. Tras imponerse en Malasia, Alonso repitió en su casa, en Valencia. Y volvió a demostrar la importancia de ser perseverante, de no tirar nunca la toalla, de seguir en la brecha incluso en las peores circunstancias.

Pedro de la Rosa, por su parte, concluyó 17º y logró así el mejor resultado de la temporada. Pero no pudo evitar que el Marussia de Pic acabara por delante, el gran objetivo que se había planteado para esta carrera.

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