Entre ‘biscotto’ y falta de goles

En casa Italia llevan cuatro días hablando del biscotto (tongazo). La primera página de la Gazzetta del sábado era una enorme galleta —biscotto en italiano— mordisqueada en una esquina, en la que había una foto de los jugadores españoles. Parece que el pase a los cuartos de los azzurri está más en manos de ellos y de los croatas, que de Cassano, Pirlo y compañía. No ha habido día en que a Cesare Prandelli no le hayan preguntado por ese 2-2 que dejaría fuera a Italia aun ganando a Irlanda.

¿En serio creen que España se va a poner ahora a programar un resultado?” Cesare Prandelli, seleccionador italiano

Ayer, en Poznan, le volvieron a preguntar por eso. Y vuelta a subrayar que él cree en la deportividad de los jugadores de Del Bosque. “¿Pero en serio creen que un equipo como España, que ha hecho del fútbol y del espectáculo su imagen, se ponga ahora a programar un resultado?”, planteó el seleccionador italiano. Gigi Buffon, el capitán, dejó su reflexión en Facebook. El mismo que hace pocas semanas dijo, a propósito de los partidos entre equipos que no se juegan nada, que “mejor un muerto que dos heridos”, manifestó ayer su estupor por la atención mediática ante el supuesto tongazo. Italia se quedó fuera en su día (Eurocopa de Portugal 2004) por un empate a dos entre suecos y daneses. “Mamma mia, llevamos días sin hablar de otra cosa que del biscotto, como si ya hubiésemos ganado a Irlanda. Son argumentos de perdedores”, escribió.

Por si no era suficiente, incluso Marcello Lippi, ahora técnico en China, se sumó al debate. “Antes de los partidos, todos dicen: ‘¿Pero cómo podéis dudar de nosotros?’. Pero luego, en el campo, cada uno mira por sus intereses. Y los españoles han demostrado que también lo hacen. En la última jornada de la Liga, el Villarreal descendió porque dos equipos [Rayo y Granada] consiguieron el resultado que les era más beneficioso”.

Biscotto aparte, Italia llega, como otras tantas veces, con el agua al cuello al tercer partido de la fase de grupos. Ha jugado un buen fútbol, pero sufre una sequía goleadora preocupante. En los últimos siete partidos solo ha marcado cuatro goles. No quiso dar pistas Prandelli sobre el once que se enfrentará a Irlanda esta noche. El viernes dijo que no cambiaría el esquema táctico porque eso era ir en contra de las convicciones del grupo. Sin embargo, el domingo probó en el partidillo el 4-3-1-2 con el que llegó hasta la Eurocopa. “Tenemos que poder cambiar durante el partido y de partido en partido. El esquema no es tan importante. Lo que cuenta es dar y recibir emociones”, concluyó.