Dinamarca y su travesía azulgrana

En 2007 Keld Bordinggaard, entonces entrenador de la selección Sub 21 de Dinamarca, propuso una revolución. Como era un forofo y un enamorado del Barça, de su juego y de su política con la cantera, también sorprendido por la capacidad de generar futbolistas de primer nivel, pidió unas conferencias, unas visitas al club… todo lo que pudiera saber y absorber. Así que ese año, junto a Albert Capellas (que era el encargado del fútbol base azulgrana), nos fuimos para dar unas charlas sobre el Barça y su funcionamiento en las categorías inferiores. Desde ese día, Dinamarca ha tratado de cambiar su estilo, con más toque y menos patadón, apuesta que secundó desde el principio el seleccionador Morten Olsen, que también se acercó en 2010 a La Masia para tomar buena. Pero si bien en la fase de clasificación dio destellos el equipo de gobernar la pelota y perseguir la posesión, en la Eurocopa ha perdido algo de paciencia, quizá porque se ha medido con selecciones superiores, con Holanda y Portugal.

Los centrales Agger y Kjaer a veces tienen desconexiones, pero con un día bueno es una zaga con cara y ojos"

Lo cierto es que cada línea tiene sus virtudes y problemas. Andersen, toda vez que Sorensen no pudo jugar por lesión, no me ha convencido, aunque tampoco chirría. Y en la defensa se destaca mucho al lateral izquierdo Poulsen, pero creo sus ataques no causan peligro. Los centrales son otra cosa. Agger y Kjaer a veces tienen desconexiones, pero si tienen un día bueno… es una defensa con cara y ojos. En la media, Zimling es un pelotero, un buen jugador que distribuye el juego. Y Kvist ya lo estaba haciendo bien, por eso milita en el Stuttgart. El problema es que apenas tienen sustitutos, no hay profundidad de banquillo.

Eriksen necesita tocar más balón, algo que no le afecta a Bendtner, el remate del equipo"

Por las bandas, Rommedahl sigue pudiendo desbordar y Krohn-Dehli lo hizo tan bien en el primer partido como resultó anónimo en el segundo. Así que todo balón tiene que pasar por Eriksen –que, por cierto, hizo pruebas en el Barça de cadete sin éxito-, que no ha despuntado como se esperaba y si quiere dar el salto a los equipos grandes, se tiene que vender mejor sobre el césped. No creo que le afecte la presión; ya ha estado en un Mundial y maneja el juego del Ajax. El problema es que con la selección le falta entrar en juego. No toca demasiado balón. Algo que no le afecta a Bendtner, el remate del equipo. Es el arma: pelotas a la banda, centro y cabezazo de un delantero que fija a los defensas, aguanta el balón y da tiempo a subir a los de la segunda línea.

En líneas generales, Dinamarca ha mejorado, pero necesita gente nueva, con otras características. Y más si pretende jugar como el Barcelona, esa idea de Bordinggaard que apoya Olsen. Hay que mimar a los jóvenes y sacar a jugadores que circulen el cuero en el eje. Aunque claro, difícilmente lo harán con la misma velocidad y calidad. Llegar a ese a nivel sería enamorar.

* Christiansen empezó a jugar al fútbol en equipos daneses como el Brondby, Hvidovre y B93 hasta que a los 18 años le fichó el Barcelona. Fue internacional con España en dos ocasiones.