La fractura holandesa
La selección ‘oranje’ flojea en el doble pivote y ha perdido el hilo con los delanteros
Ya no solo se habla de táctica y de egos en Holanda sino que ahora incluso afloran las cuestiones personales. “Veo que ya he dejado de ser un héroe. Ahora no soy más que el yerno de Van Marwijk”, comentó Van Bommel, capitán oranje y casado con una hija del seleccionador. “Las críticas son tan comprensibles como injustas”. Los holandeses no se explican qué ha sucedido para que la subcampeona del mundo esté a un paso de ser eliminada de la Eurocopa si ahora cuenta prácticamente con el mismo plantel que en Sudáfrica.
Al inicio, después de perder contra Dinamarca, se cuestionó a los delanteros y, sobre todo, a su falta de puntería. El titular Van Persie, cañonero de la Liga inglesa, tiene menos apoyo popular que el suplente Huntelaar, el goleador de la Bundesliga y, por otra parte, la aportación de los dos jugadores de banda, Robben y Afellay, ha sido muy discreta, también contra Alemania. La derrota contra los alemanes provocó, sin embargo, una dura crítica contra la mezcla del doble pivote, y especialmente el exceso de espacio que quedó entre Van Bommel-De Jong y los puntas. Apuntado De Jong, ahora le toca a Van Bommel.
Los automatismos han desaparecido. Hay un caos en el funcionamiento de los medios con los puntas”, dice Sneijder
Ninguneado Strootman, que en la fase de clasificación llegó a ganarle la plaza a De Jong, Van der Vaart ha funcionado bien en la medular, de manera que no se descarta su alineación contra Portugal. También podría ser que Huntelaar o Kuyt jugaran por Afellay. No parece probable, en cambio, que de la formación se caiga Robben. El asunto es juntar mejor las líneas. Al menos es el mensaje tanto del seleccionador como del líder, Sneijder: “Los automatismos han desaparecido. Hay un caos en el funcionamiento de los centrocampistas con los delanteros”.
Sneijder ya fue defendido nada más empezar por Johan Cruyff: “Tiene que recorrer demasiados metros. Acaba agotado. Necesita menos desgaste y será más preciso. El equipo se parte”. “Vinimos para ser campeones de Europa y ahora tenemos que evitar que nos eliminen”, respondió Sneijder. “Hay que pedir perdón a nuestros seguidores y después rogarles que mantengan su apoyo hasta el último día”. Holanda necesita ganar a Portugal por dos o más goles y que Dinamarca pierda con Alemania. Aunque hay muchas cábalas posibles, es difícil que se dé un pacto Alemania-Dinamarca (2-3), para eliminar a Holanda.
Hay quien cree que es por la edad, mientras que los nostálgicos solicitan recuperar el 4-3-3 porque el 4-2-3-1 se rompió en la final del Mundial
La estadística asegura, por lo demás, que a los oranje no les será fácil vencer a Portugal: los lusos solo han perdido un partido desde 1990, han ganado seis y empatado tres. Todavía se recuerda en Holanda la derrota en Nuremberg (1-0), durante el Mundial de 2006, en el que fue el partido con más tarjetas en la historia del torneo: 16 amarillas y cuatro rojas. Ronaldo, con 21 años, salió llorando del campo después de una entrada de Boulahrouz. Portugal volvió a ganar a Holanda (2-1) en la Eurocopa 2004, y ha salido vencedora igualmente de las dos últimas confrontaciones en las fases de clasificación. “A ver si cambia nuestra suerte”, solicitó Kuyt. “No acertamos en el remate contra Dinamarca y empezamos muy bien el partido contra Alemania. Recuerdo que controlábamos el juego, teníamos la posesión y dispusimos de ocasiones de gol. ¿Qué pasó? Que marcó Alemania. Fue un shock del que ya no nos recuperamos hasta el segundo tiempo y entonces tampoco atinamos ante la portería rival”.
Holanda se amparaba en el doble pivote para proteger a la zaga y ahora resulta que continúa encajando goles y en cambio se ha perdido el hilo con los delanteros. Hay quien cree, como Gullit, que es por la edad (Van Bommel tiene 35 años), mientras que los más nostálgicos solicitan recuperar el 4-3-3 porque el 4-2-3-1 se rompió en la final del Mundial. El villano fue entonces De Jong y ahora se enfila a Van Bommel. No hay término medio: Holanda o Portugal, Van Persie o Ronaldo. El recuerdo de Nuremberg, la última vez que ambas selecciones se enfrentaron, estará muy presente en Kharkiv.
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