Goleador con ‘niñera’

Al seleccionador inglés, Roy Hodgson, su dilatada experiencia le dice que los goles a favor pueden ser decisivos en la resolución final del grupo. Desde el día siguiente al empate con Francia su grito de guerra en los entrenamientos ha sido “ataque, ataque y ataque”. Estaría más tranquilo si pudiera contar con Wayne Rooney, pero está sancionado. Mientras, el técnico inglés se conforma con ver cómo este ejerce de niñera de Danny Welbeck (21 años, Manchester United) y Oxlade-Chamberlain (19, Arsenal), los dos novatos en los que recaerá la responsabilidad goleadora hoy ante Suecia. Entre ambos no suman una decena de internacionalidades, cinco para el primero y un gol, y tres encuentros para el segundo, que debutó a una semana de iniciarse el torneo.

Hodgson le ha agradecido a Rooney ese compromiso tutorial que muestra con dos chicos que se han visto en primera línea de fuego en esta Eurocopa, con más nombre aún como juveniles que como profesionales. Había autorizado a Rooney para que se incorporara a la concentración una semana más tarde del aterrizaje en Polonia. Sin embargo, este prefirió estar junto al grupo desde el principio. Estos días, Hodgson ha contemplado feliz cómo, entre partida y partida de billar con Ashley Cole, Rooney aconsejaba a Welbeck. “Siempre está dándome consejos. Si ha visto una debilidad en el contrario me dice cómo debo sacar provecho de ello”, reconoce Welbeck, que también asegura no sentir la responsabilidad de liderar el ataque de una selección con la mística de los pross. “No tengo miedo. Sé lo que quiero y puedo hacer. Se verá un equipo más decidido en ataque. Tenemos que llegar con más jugadores de sala segunda línea y crear más ocasiones”, advierte la perla del United.

Siempre está dándome consejos. Si ha visto una debilidad en el contrario me dice cómo debo sacar provecho de ello” Welbeck

De origen ghanés, su debut como internacional absoluto se produjo precisamente contra su país de origen en 2011. Formado en la cantera del United, desde donde ha devorado peldaños con una precocidad brutal, Alex Ferguson le profesa una fe ciega. Tanta que, tras recuperarle de una cesión al Sunderland, no tuvo inconveniente en concederle la titularidad en detrimento de Chicharito.

La velocidad de Oxlade cautivó por igual a Arsène Wenger que a los ojeadores del London Irish, cuando el chico dudaba entre lograr goles o ensayos de rugby con la pelota bajo el brazo a una velocidad que le hacía bajar de 11 segundos en los 100 metros.