El Madrid ajusta cuentas
Tras lograr la segunda mayor diferencia en la historia de las finales ligueras, 26 puntos, el Madrid busca hoy (22.00) la sentencia en el cuarto partido de la final ante un Barça herido
Los 13.109 espectadores que abarrotaron el lunes el Palacio de los Deportes se frotaban los ojos intentando recordar un repaso semejante del Madrid a su gran rival. Recorriendo el álbum de recuerdos, la victoria ante el Barcelona en el tercer partido de la final (85-59) alcanzaba dimensiones enciclopédicas y obligaba a retroceder más de una década para encontrar precedentes. Y es que los 26 puntos suponen la segunda mayor diferencia de la historia en una final liguera. El récord absoluto sigue en manos del cuadro azulgrana, que se impuso al Madrid en el segundo partido de la final de la temporada 1999-2000 por 28 puntos (83-55).
Con 2-1 a su favor en la serie, el Madrid busca hoy (22.00, TVE1) la sentencia y el título para poner en valor semejante exhibición. Se da la circunstancia de que, hasta ahora, la mayor diferencia lograda por los madridistas en un partido de la eliminatoria por el título se produjo, casualmente, en aquella misma final del año 2000. Fue en el tercer partido de la serie, cuando lograron vencer, también, por 26 puntos de diferencia (87-61). Aquella final acabó llevándosela el conjunto blanco, entrenado por Scariolo y liderado por Djordjevic, tras vencer en el quinto y definitivo partido disputado en Barcelona.
“Nadie se cree que esto esté acabado. El Barça es un equipo con mucho carácter y espero su reacción. La serie sigue. Cuando metió el triple Marcelinho el primer día ya lo dije y ahora digo lo mismo”, apuntó Pablo Laso enfriando la euforia blanca. Pero, a pesar de la mesura del técnico, la exhibición de su equipo había sido un contundente golpe psicológico.
Hasta la llegada de Laso al banquillo, la contabilidad entre los dos grandes reflejaba 13 victorias de los azulgrana por dos del Madrid en 15 duelos
Hasta el triunfo del lunes, el vestuario madridista acumulaba numerosas frustraciones ante el Barcelona. El verano pasado, antes de la llegada de Laso al banquillo, la contabilidad entre los dos grandes reflejaba 13 victorias de los azulgrana por dos del Madrid en sus últimos 15 duelos. Bajo esos números se escondían además varias secuencias devastadoras como los tres años que pasaron los blancos sin ganar a su eterno rival en Liga entre 2008 y 2011 o el zarandeo que sufrió el equipo el curso pasado en el segundo año de Messina al encadenar las derrotas por 89-55 (34 abajo) en las semifinales de la Supercopa, por 95-75 (20 abajo) en la ACB y por 68-60 en la final de la Copa del Rey. “Nos han hecho muchísimo daño últimamente y nos tienen ganada la batalla psicológica. Intentamos hacer borrón y cuenta nueva y empezar de cero cada partido, salir enchufados. Pero, inconscientemente, nos afecta. Es ahí donde tenemos que luchar para superarles”, reconocía el capitán madridista, Felipe Reyes, en vísperas de la cita copera del año pasado.
Los blancos están a 40 minutos de reconquistar la Liga cinco años después. Si ganan, firmarían un doblete que no alcanza el club desde la temporada 1992-93 con Sabonis como estandarte
Esta temporada, sin embargo, el Madrid ha superado esa barrera y está saldando cuentas pendientes a costa de devolver afrentas a su rival. En febrero reconquistaron la Copa 19 años después venciendo al Barça en el Sant Jordi con un concluyente 91-74 y ahora están a 40 minutos de ganar la Liga tras cinco años sin alzar el título y después de recuperar la ventaja de campo a los azulgrana. Un doblete que no alcanza el club desde la temporada 1992-93 con Sabonis como estandarte. “Este grupo ha madurado superando circunstancias muy duras. Ya hemos aprendido a ganar los partidos que antes perdíamos. Incluido al Barcelona”, contaba Sergio Rodríguez antes de encarar la final. Llevaban seis enfrentamientos esta temporada con tres victorias para cada equipo, pero el rodillo blanco marcó un punto de inflexión que rompe el equilibrio. En muchos momentos del partido fueron 30 puntos por encima de su rival al que superaron en casi todo. 97-43 en valoración, 48-23 en rebotes y 19-6 en asistencias hasta dejar al Barça en 59 puntos (su peor anotación en dos años y medio).
En la era ACB (desde la temporada 1983-84), los resultados casi siempre habían sido mucho más ajustados. Con la excepción de los dos topes de +26 logrados en el playoff de 2000, la máxima renta en liga en los últimos 18 años la logró el Madrid en un partido de la liga regular del curso 2001-02, cuando superó a los azulgrana por 21 puntos (97-76).
El récord absoluto en la historia de la competición lo ostenta el Madrid y data de Liga Nacional. En la campaña 73-74, los madridistas vencieron al Barcelona por una diferencia total de 60 puntos: 125-65. Eran otros tiempos.
Pero por encima de todos los datos queda uno con guarismos futboleros. El Madrid se adelanta 1-2 en el playoff final. Y a esa distancia mínima se agarra el Barcelona para recomponer la figura. “Esto no se ha acabado”, retaba Juan Carlos Navarro con el orgullo tan magullado como su físico al término del encuentro (abandonó cojeando el Palacio por culpa de la fascitis plantar que arrastra desde hace meses). Lo cierto es que atendiendo a los precedentes, el 1-2 es garantía de éxito. En cuatro de los cinco precedentes la eliminatoria concluyó con triunfo final del equipo con ventaja. Hoy el pulso de gigantes tendrá el punto final o unos apasionantes puntos suspensivos.
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