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15.000 aficionados tiñen de rojo la ciudad ámbar

La afición española acompaña en masa a la selección en su estreno en la Eurocopa ante Italia

Gdansk (Polonia) -
Aficionados de España e Italia en Gdansk.
Aficionados de España e Italia en Gdansk.PETER ANDREWS (REUTERS)

Mariano Rajoy anunciaba en Madrid el rescate de España y al tiempo más de quince mil seguidores de la selección española tomaban las calles de Gdansk, donde hoy debuta la selección ante Italia, vistiendo de rojo la bella capital del báltico, conocida como la ciudad del ámbar. En la céntrica plaza Lawnicza, junto a la estatua dedicada a Neptuno, se concentraron la mayoría de aficionados españoles, muchos de ellos buscando entradas, muchos disfrazados, todos ilusionados y de buen humor.

Los hay vestidos de sevillana, de guardia civil, de toro y, claro, está Manolo el del Bombo, que rivalizó con el Conde Lecquio, ­-“vestido de azul”- en la solicitud de fotos de recuerdos de los aficionados, que se reía con los cánticos de “¡Ferrari es español!” de un grupo de albaceteños. Por ahí pasó con una bandera rojigualda, a modo de falda, en la que se podía leer “Miranda manda”, Antonio, que ha llegado con sus amigos de la facultad de Ingenieros de Zaragoza. Paseaba con una cerveza una silueta en cartón del Rey, de tamaño natural, a la que ha colgado un elefante y un rifle de plástico. “Llevo de fiesta desde que subió el Mirandés”, decía con una cerveza en la mano.

La marea roja rememoró las que se vivieron en Viena durante las semifinales de la última Eurocopa, pero no se recuerda nada igual en un partido de apertura de un campeonato de esta índole. No fueron ajenos al rescate europeo de la economía española, pero se lo tomaron con humor´. “Con la pasta de la Merkel, me voy a la Eurocopa”, cantaban algunos. “Yo no tengo un duro, y nadie me rescata”, voceaban otros. El sol y el buen tiempo acompañan la ingesta de la cerveza local, que corre a destajo por las calles de la vieja ciudad portuaria.

Hermanada con Palermo y Barcelona, con 500.000 habitantes, Gdansk, como buena parte del actual territorio polaco, perteneció durante casi dos siglos (desde 1772 a 1920) a Prusia, pero tras el tratado de Versalles en 1920, Danzig fue declarada ciudad libre bajo la tutela de la Sociedad de Naciones, condición que perdió al ser ocupada por Hitler en 1939. Tras la Segunda Guerra Mundial fue transferida a Polonia. La ciudad donde nacieron Schopenhauer y Günter Grass y en cuyos astilleros, en agosto de 1980, se creó el Sindicato Solidarnosc, liderado por Lech Walesa, vivió ayer una marea roja sin precedentes con motivo del primer envite español en la Eurocopa.

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