La mezcla de Olsen
El experimentado técnico danés, empecinado en lograr el relevo generacional del equipo, afronta su cuarto gran evento
Hace dos años, el seleccionador Morten Olsen encabezó una comitiva de 55 técnicos daneses que visitaron Lezama y La Masia, las canteras del Athletic y Barcelona. “Son modelos a estudiar por su capacidad para generar futbolistas de élite”, explicó Olsen después de reunirse con Jabo Irureta, entonces director deportivo del Athletic. Un ejemplo de lo que quiere promover el entrenador danés con su país, un paso que ya ha dado en esta Eurocopa al entremezclar veteranos con jóvenes prometedores.
Futbolista imponente y uno de los líderes de la brillante selección danesa a la que Butragueño cerró el paso en México 86, Olsen asumió las riendas del equipo en 2000. Ahora, con 62 años, se resiste a quitarse las botas y el silbato, por lo que será junto a Trapattoni (Irlanda) el técnico con más experiencia en los grandes torneos, toda vez que ya ha dirigido al equipo en la Eurocopa de 2004, donde alcanzó los cuartos de final, y en los Mundiales de 2002 y 2010, caído en octavos y en la primera fase, respectivamente. Aunque esquiva con la fortuna, el sorteo emparejó a Dinamarca en el grupo más competitivo y complicado. “Nos medimos a Holanda y Alemania, dos de las favoritas. Y además está Portugal, otro gran equipo”, analizó; “vamos a necesitar mucha suerte para alcanzar el éxito”.
Vamos a necesitar mucha suerte para alcanzar el éxito”. Morten Olsen, seleccionador danés
Bajo los palos estará Lindegaard (Manchester United) puesto que a última hora se lesionó Sorensen (Stoke), el favorito del técnico. La defensa, regular por los flancos, toma poderío con los ejes, con Kjaer y Agger, centrales del Roma y Liverpool. En medio ya no es titular Poulsen, sino que Kvist (Núremberg) y Zimling (Brujas) reparten tanto esfuerzo como balones a los costados, donde cobran protagonismo el experimentado Rommedahl (Olympiacos) y Krohn-Delhi (Brondby). Pero el ingenio, el toque y el pase definitivo, aunque se muestre todavía irregular, es de Eriksen, mediapunta del Ajax con facilidad para leer los movimientos y actuar de quarterback. Arriba, excesivamente solo, el remate lo pone Bendtner, delantero kilométrico (1,93 metros) del Arsenal que funciona siempre mejor con la selección que con sus clubes, al menos en la Premier. Una mezcla de juventud y veteranía; el cóctel de Olsen, que sueña con repetir el torneo de 1992, cuando partían como anónimos –jugaron porque la FIFA apartó a Yugoslavia en respuesta a las sanciones impuestas por la ONU al estallar la guerra en los Balcanes- y salieron como campeones.
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