La crisis derrota al campeón
El Ros Casares dice adiós al baloncesto de élite tras 13 temporadas y 27 títulos por problemas económicos
Apenas dos meses después de proclamarse campeón de Europa, el Ros Casares anunció ayer que “da por concluida su etapa en el baloncesto femenino de élite”. El comunicado, firmado por el presidente de la entidad, el empresario Germán Ros, que es también uno de los responsables de la corporación que patrocina al equipo, no informa del futuro de las jugadoras que tienen contrato en vigor, como las internacionales Laia Palau y Sancho Lyttle. Ros señala en la nota que tras 13 temporadas en la élite, “ha tomado la decisión de retirarse del patrocinio del baloncesto femenino español y europeo”, aunque mantiene el compromiso con la cantera del club.
El Ros Casares no ha podido sobreponerse al esfuerzo económico realizado esta temporada por el club, que invirtió unos siete millones de euros en configurar el equipo definitivo para lograr de una vez por todas la codiciada Euroliga, un título que se le había resistido. A este gasto se le han sumado los graves problemas económicos que atraviesa la empresa patrocinadora, que ha condenado al mejor equipo de Europa a la desaparición.
Los rumores de una drástica reducción del presupuesto tomaron fuerza hace unas semanas, hasta el punto de que las jugadoras con las fichas más altas empezaron a buscarse equipo. Pese a que algunas de ellas como Lauren Jackson, Ann Wauters e Isabelle Yacoubou se desvincularon del club al término de la temporada, otras como Sancho Lyttle, Silvia Domínguez y Shay Murphy todavía tienen contrato en vigor.
Por si fuera poco, no hace ni un mes que el todopoderoso Ros Casares apalabró a la pívot Erika de Souza captándola de las filas de su rival, el Perfumerías Avenida, con una oferta que el club salmantino ni intentó igualar. Este fichaje potente y las renovaciones de la capitana Laia Palau y Jana Veselá ponían en duda los rumores que pronosticaban una disminución de más de un tercio del presupuesto.
Pero las malas sensaciones volvieron hace unos días cuando Roberto Íñiguez, el técnico que logró sentar al Ros por fin en el trono de Europa, además de lograr la Liga española sin sumar ni una sola derrota en el campeonato nacional, reconoció en una entrevista a una radio valenciana que estaba viviendo la situación del club “con la misma incertidumbre que otro empleado”, pero que le había prometido a los directivos que “esperaría hasta el último momento”.
Carme Lluveras tendrá que buscarse un nuevo destino. La directora general del Ros Casares y una de las responsables del impulso del proyecto durante los últimos años, termina contrato este año, aunque todo indicaba que seguiría al menos una temporada más. Desde la llegada de la entrenadora catalana el equipo valenciano ha ganado más de la mitad de los 27 títulos que tiene el club.
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