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Nadal y Djokovic, duelo suspendido

La lluvia obliga a atrasar al lunes el partido decisivo, lo que provoca el lanzamiento de objetos a la pista por parte del público

J. J. MATEO
La lluvia obliga a suspender el partido.
La lluvia obliga a suspender el partido.Julian Finney (Getty Images)

La final del masters 1.000 de Roma, que debía enfrentar a Rafael Nadal con Novak Djokovic a las 16.00 del domingo, fue cancelada por la lluvia, que ya había obligado a suspender el partido decisivo del torneo femenino (la rusa Sharapova se impuso 4-6, 6-4 y 7-6 a la china Li tras la reanudación). Acompañados por el director del torneo y el supervisor, tanto los dos finalistas como sus entrenadores revisaron la pista de arcilla y llegaron a la conclusión de que no estaba en condiciones.

Nadal se entretenía con el billar antes del partido, al final suspendido.
Nadal se entretenía con el billar antes del partido, al final suspendido.facebook de rafa nadal

En consecuencia, el duelo Nadal-Djokovic ha sido programado para las 12.00 del lunes, aunque las previsiones de lluvia en Roma llegan al 70%. Si el mallorquín hubiera vencido el partido el domingo, habría recuperado el número dos mundial, desplazando de ese puesto al suizo Roger Federer, con lo que habría podido evitar a Djokovic hasta una hipotética final de Roland Garros, que comienza el 27 de mayo. Para evitar confusiones, la ATP, que rige el circuito masculino, esperará hasta que se conozca el resultado del duelo para publicar su ránking semanal.

La pista de Roma, llena de botellas lanzadas por el público.
La pista de Roma, llena de botellas lanzadas por el público.ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS)

El público reaccionó con enfado a la suspensión del partido, circunstancia que no une por primera vez a los dos rivales, toda vez que ya jugaron en lunes las finales del Abierto de Estados Unidos 2010 y 2011, una ganada por cada uno.

El gentío del tenis, rodeado ya de los cohetes, las bengalas y los cánticos que anunciaban la celebración de la final de la Copa de Italia de fútbol (Nápoles-Juventus en el cercano estadio Olímpico), lanzó botellas de plástico y vasos contra la pista. “¡Payasos, payasos!”, gritaban desde la grada. El público, que se pasó horas esperando a que se tomara una decisión en firme, no entendía nada: cuando se anunció la suspensión, no llovía.

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Sobre la firma

J. J. MATEO
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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