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El desencanto de Stoner

“Este no es el Mundial del que me enamoré”, afirmá el australiano, de 26 años y campeón de MotoGP, al anunciar su retirada cuando concluya la temporada

Nadia Tronchoni
Stoner, acompañado de Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y Cal Crutchlow, en la rueda de prensa en la que anunció su retirada
Stoner, acompañado de Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y Cal Crutchlow, en la rueda de prensa en la que anunció su retiradaM. Lazzari (Gettyimages)

Nunca habla por hablar. Nunca se muerde la lengua. Es transparente. Y tenaz. Si algo no le gusta, no lo soporta. Ni en las carreras ni en la vida. Con la mirada perdida y el gesto serio, Casey Stoner, de 26 años, dos veces campeón del mundo y actual líder de MotoGP, anunció su retirada del motociclismo cuando termine el campeonato. Lo hizo unas semanas después del runrún que provocó una portada de la revista Solo Moto, información que también avanzó Motosprint, y al comienzo de una temporada en la que las ofertas y las negociaciones para atar a los mejores pilotos ya han comenzado. No en vano, además de Stoner, también Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa o Valentino Rossi finalizan sus contratos en 2012. Igual da si el australiano, campeón con Honda en 2011, vuelve a ganar el título o no para la fábrica japonesa. No renovará ni fichará por otro equipo. Lo deja, dice, porque ya no se divierte.

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“Llevo mucho tiempo dándole vueltas, los últimos tres o cuatro años. No es algo que haya decidido de repente. Ni siquiera el nacimiento de mi pequeña [Adriana, su mujer, y él fueron padres de una niña hace tres meses] ha sido la razón. Solo lo ha hecho todo más fácil. Hay muchas otras cosas que quiero hacer en mi vida. Y no querría dejar el motociclismo cuando haya perdido por completo la pasión. No quiero retirarme y no querer volver a subirme a una moto en los próximos cinco o diez años. A mí me encantan las motos, han sido mi vida”, explicó. Y añadió: “Muchos, aquí, dicen que lo dejarán cuando dejen de disfrutar, pero no creo que lo hagan. No sé si es el dinero o la fama, pero algo más les retiene. Pero he visto a muchos pilotos en el pasado perder la pasión por este deporte”.

No querría dejar el motociclismo cuando haya perdido por completo la pasión. No quiero retirarme y no querer volver a subirme a una moto en los próximos cinco o diez años

Su discurso siempre es así de diáfano. Por eso no tuvo problema en detallar el porqué de su decepción con el Mundial con el que soñaba cuando, con tan solo 14 años, dejó su Australia natal para vivir en una caravana aparcada en algún jardín o en los alrededores de algún circuito europeo, entre España y Reino Unido, junto a sus padres y su hermana, que hipotecaron su vida por el talento de ese pequeño gran genio.

En unos años, concedía, uno se da cuenta de que la realidad es otra, de que hay gente que no tiene fe en ti o desconfía de tu talento. “En 2009 [cuando se ausentó de tres carreras por un problema de salud] me percaté de lo que realmente importa: la familia, la felicidad... El dinero no lo es todo. Todavía hay gente que no quiere entender que tenía intolerancia a la lactosa. Estas cosas te restan energías”. Stoner había ganado el Mundial en 2007 con Ducati y ni siquiera con aquel triunfo, que logró solo en su segundo año en la categoría reina, se sintió respetado. “Me han criticado mucho. Pero yo nunca dejé de intentarlo, no importa cuántas críticas recibí por cómo llevaba la Ducati o por las caídas que tuve en el pasado. Me siento orgulloso de todo lo que he conseguido en tan poco tiempo”, agregó.

Su desencanto también responde a la dirección que está tomando el campeonato, en cuya parrilla conviven ya desde este curso las motos de fábrica y las llamadas CRT, con motor de serie y chasis artesanal. “Las carreras son aburridas. La gente debería reflexionar sobre qué tipo de Mundial tiene delante de las narices ahora mismo. Sería fantástico volver a ver grandes peleas entre los pilotos en cabeza, pero con solo unas pocas motos de fábrica esto no va a ocurrir. Ahora mismo, esta competición está separada con la aparición de las CRT. Pero esto es MotoGP, este es un campeonato de prototipos. Se están dando pasos hacia atrás, no hacia adelante. Este no es el Mundial del que me enamoré, no es en el que siempre he querido correr, excepto por los pilotos que tengo compitiendo a mi lado o la gente que trabaja en los equipos y quienes se encargan de que haya espectáculo cada fin de semana”, enfatizó.

Un puñado de pruebas más y el espectáculo se verá privado de uno de los mayores talentos que haya visto el motociclismo. Se irá, porque así lo ha decidido, en el mejor momento de su carrera, cuando aún le quedaban años de gloria, pero... pocas ganas. Así son los genios.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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