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Vuelve Ponor, arrasa Rumanía

La triple campeona olímpica en Atenas 2004 regresa para convertirse en la estrella de los Europeos de gimnasia y empujar de nuevo a su país a lo más alto

Amaya Iríbar
Catalina Ponor, en su ejercicio de barra.
Catalina Ponor, en su ejercicio de barra. Yves Logghe (AP)

Si alguien pensaba que la gimnasia rumana esta muerta para Londres 2012 que lo olvide. Tras un par de años de zozobra, donde Estados Unidos, China y Rusia le pasaban por encima con facilidad, las herederas de Nadia Comaneci han vuelto para demostrar que siguen estando entre las mejores, que nadie las descarte. La clave, el liderazgo de una reenganchada Catalina Ponor, triple campeona olímpica en 2004, que, camino de los 25 años y con solo unos meses de entrenamientos oficiales, se va de Bruselas con tres medallas: el oro por equipos, la plata en suelo y el oro en la barra, su prueba fetiche.

Rumanía, 4-Rusia, 1

Este es el medallero de los Europeos de gimnasia que se han celebrado en Bruselas.

Equipos: 1. Rumanía (Ponor, Izbasa, Iordache, Haidu y Bulimar), 176,288 puntos. 2. Rusia (Komova, Mustafina, Grishina, Paseka y Sidorova), 175,536. 3. Italia (Ferrari, Fasana, Deagostini, Campana y Ferlito), 171,430. 7. España (Izurieta, Vargas, Colussi, Carmona y Rojas), 163,522. 

Salto: 1. Sandra Izbasa (Rumanía), 14,883 puntos. 2.
Oxana Chusovitina (Alemania), 14,683. 3. Giulia Steingruber (Suiza), 14,624.

Paralelas: 1. Viktoria Komova (Rusia), 15,666 puntos. 2. Anastasia Grishina (Rusia), 15,200. 3. Nataliya Kononenko (Ucrania), 15,133.

Barra: 1. Catalina Ponor (Rumanía), 15,200 puntos. 2. Larisa Iordache (Rumanía), 15,133. 3. Hannah Whelan (Reino Unido), 14,333 puntos.

Suelo. 1. Larisa Iordache (Rumanía), 15,233 puntos. 2. Catalina Ponor (Rumanía), 14,633. 3. Hannah Whelan (Reino Unido), 14,533. 

Ponor es una gimnasta diferente. Desde su 1,59m de altura  mira muy por encima a sus principales rivales, a las que también saca años un puñado de años de experiencia. En concreto, siete a la gran estrella del momento, la rusa Komova, que ha vuelto fracasar en una gran competición, como ya hizo en los últimos Mundiales. Aunque sus ejercicios no son tan limpios como solían, las jueces adoran a esta rumana que siempre pareció mayor de lo que es, más insinuante, más expresiva que sus rivales. Y, lo que tiene aún más mérito, ha logrado introducir más dificultad a su programa para no perder las bonificaciones del nuevo código de puntuación: ese doble en plancha como primera diagonal o el doble giro en la barra son solo una muestra.

Pero no solo en los aparatos Ponor demuestra su originalidad. También en su carrera. Descubierta por el mundo gimnástico en los Mundiales de 2003 como una gran especialista en barra y suelo, brilló en Atenas como ninguna otra gimnasta y luego desapareció, estresada , incapaz de digerir el éxito, exhausta. Antes vivió un conflicto con la federación de su país, cuando fue sorprendida con unas compañeras de copas por Bucarest.

Volvió en 2007 con la vista puesta en Pekín 2008, pero se quedó en el camino. El mundo de la gimnasia se olvidó de ella y empezó a soñar con nuevas estrellas, con las Komova, Wieber, Mustafina y compañía. Pero según volvían a tomar las riendas Octavian Belu y Mariana Bitang, responsables de los grandes éxitos de la gimnasia rumana en los noventa y a principios de esta década, Ponor se puso de nuevo el maillot.

Con ella al frente, Rumanía ha creado un equipo compacto, mezcla perfecta de experiencia y veteranía, que ha arrasado en Bruselas y ha hecho olvidar la ausencia de Anna Porgras, retirada de forma repentina este mismo año. Con Ponor está Izbasa, oro en suelo en Pekín 2008 y que se ha llevado el oro en salto, pero también Iordache (oro en suelo), Haidu y Bulimar. Las rumanas se llevaron el sábado el oro por equipos y hoy, tres de los cuatro títulos por aparatos. Solo las paralelas, que Ponor nunca ha hecho porque se le dan mal, y que se han convertido en un potro de tortura para las rumanas en los últimos años, han sido para Rusia, la gran Rusia. Viktoria Komova, subcampeona del mundo, y gran aspirante al título olímpico estaba allí para lavar el orgullo herido de su equipo, un segundón en estos Europeos. La gimnasia mira ya para Londres. Allí estarán China y Estados Unidos también, pero Rumanía llegará con la autoestima intacta y un ramillete espléndido de gimnastas.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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