“Me quiero retirar en el campo, no en el quirófano”

Finalizado el entrenamiento del Barcelona y a las 12 en punto, tal y como estaba previsto, apareció Carles Puyol por la sala de prensa de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. “Estoy bien, animado, son cosas que pasan en el fútbol”, se arrancó el capitán, con camiseta de manga corta y sonrisa, tranquilo. Finalizado el partido del pasado sábado contra el Espanyol, el central sintió unas molestias en la rodilla derecha, no se entrenó el domingo y tras ser sometido a unas pruebas el lunes los doctores le recomendaron que pasara inmediatamente por el quirófano. El doctor Ramon Cugat le practicará una artroscopia este sábado y el futbolista deberá estar de baja unas seis semanas. Puyol se perderá la final de la Copa del Rey y también la Eurocopa.

No ve ni factible ni justo forzar la máquina para entrar en la última lista del seleccionador, Vicente del Bosque. “Veo muy complicado llegar; tendremos que esperar a ver cómo va la operación, pero creo que es imposible. Se necesita tiempo para recuperarse y a la Eurocopa tienen que ir los mejores, seguro que hay gente en mejor forma que yo”. Y ante la insistencia de la prensa, añadió: “Sería injusto para los que están al 100% que fuera otro que no lo está. España tiene grandes centrales. Si tuviese que apostar, lo haría por La Roja”.

Ante el desengaño de esta última lesión y después del calvario vivido el año pasado -pasó casi toda la segunda parte de la temporada de baja y fue intervenido en junio-, el de La Pobla del Segur asegura que no ha pensado en dejar la selección, a pesar de que esa fue su intención después de ganar el Mundial de Sudáfrica. “Mi idea ahora mismo es operarme y recuperarme lo antes posible. Seguro que saldrá bien y que volveré pronto. No sé si era mi última Eurocopa, pero si tengo algo claro es que quiero retirarme en el campo, no en un quirófano”.

Creo que es imposible que llegue a la Eurocopa; se necesita tiempo para recuperarse y allí tienen que ir los mejores"

A los 34 años, no se ha planteado dosificarse a partir de ahora, ni con su equipo, ni con el combinado internacional: “No sé si aprenderé nunca a dosificarme, tengo una forma de entrenarme y de jugar, y solo sé hacerlo dándolo todo, no sé si podría cambiar”, apuntó. En el plano psicológico, sin embargo, se lo toma todo con más calma: “El año pasado lo veía todo más negro. Este no; lo veo todo más de color de rosa. Entonces lo pasé muy mal, pero ya tengo aquella experiencia y esta lesión es mucho menos grave. Saldré adelante”.

Deseaba el central alcanzar los 100 partido con la selección y tenía muchas ganas de disputar el último título en juego para el Barça este curso. Pero no podrá ser: “Es un mal momento, da rabia perderte estos partidos, para mí la final de Copa es el partido más bonito del año, por el ambiente, pero hay que asumirlo, con 34 años tengo más experiencia y valoro las cosas diferente. Estaré al lado de mis compañeros para ayudarles tanto como pueda”, dijo. Sin embargo, optimista, ni piensa en si ha llegado el momento de dejar de ser internacional -“Cuando me recupere hablaré con los entrenadores, seguir es algo que no depende solo de mí”- ni cambia de planes de futuro: “Mi idea es seguir muchos años, pero hay que ir partido a partido y temporada a temporada. Siempre hablo de cinco o seis años más, así que intentaré cuidarme para que así sea”.