El Ramiro sigue adelante
La cantera del Estudiantes, con 50 equipos y 1.000 niños, vive un día normal confiada en la fortaleza de su filosofía
Al entrar en el polideportivo de Magariños, parece un lunes cualquiera. El ruido del bote de los balones se mezcla con el bullicio que arman los casi 50 niños y niñas de nueve años. Son las cuatro de la tarde y los benjamines son los primeros en entrenarse. Como cada lunes. Un chico de unos 20 años entra preguntado por la tienda de merchandising y a los pocos minutos sale sonriendo con una bufanda del equipo colgada en su cuello. Cualquiera diría que hace apenas 24 horas el primer equipo del Estudiantes consumó el descenso a LEB (segunda división) por primera vez en sus 64 años de vida, al perder ayer el último partido contra Ucam Murcia (80-86) y finalizar la temporada con solo 11 victorias y 23 derrotas. El peor balance de su historia.
Pablo Borrás es el encargado de dirigir la cantera del club estudiantil, una de las más grandes de España, compuesta por más de 50 equipos masculinos y femeninos en los que juegan unos 1.000 niños y niñas. “Nosotros seguimos trabajando igual, el posible cambio de categoría no va a afectar a nuestra labor con la cantera ni a nuestra filosofía como club”, declara Borrás con tranquilidad. Eso queda claro al ver a los niños entrenándose. La mayoría de ellos es ajena al descenso, aunque parece que algunos sí están preocupados por si les puede afectar directamente, como el benjamín que hoy le ha preguntado al director de cantera durante el entrenamiento: “Y ahora, ¿qué va a pasar con la cantera?”. La respuesta es cristalina: nada.
Pero, ¿qué pasa con los chicos mayores, los que están a punto de convertirse en séniors, los que tienen como estímulo jugar un día en ACB, está en peligro esa motivación? Borrás asegura que el “posible descenso” tiene una doble lectura ya que para algunos dar el salto al primer equipo “puede ser más asequible si juega en LEB que en ACB”. El responsable de la cantera insiste en calificar el abandono de la máxima categoría del Estudiantes como “posible” ya que todavía tienen una posibilidad se permanecer en ACB si alguno de los equipos de LEB Oro que consigue el ascenso no logra reunir el aval requerido por la Asociación de Clubes. Así que hasta el 15 de junio el club y la afición mantienen la esperanza.
El ambiente del Ramiro trata de ser positivo, con la idea de que este varapalo no afecte a su bien más preciado, la cantera. De centrarse más en el espectacular apoyo que ayer la Demencia, su afición, les demostró, a pesar de haber caído en los infiernos, a pesar de la rabia de la derrota. “Tenemos una de las mejores aficiones de Europa, lo que significa que somos algo más que un club”, dice Borrás. Sin embargo, el martilleo constante de que no todo se ha hecho bien se sigue escuchando. El Estudiantes, uno de los grandes, aguarda esperanzado al 15 de junio mientras, en silencio, y casi a escondidas, analiza los errores tan caros cometidos este año.
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