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Pedrosa se vuelve agresivo

El piloto de Honda mejora su frenada y sorprende con adelantamientos que no tenía en su registro

Nadia Tronchoni
Pedrosa, tras los entrenamientos de Estoril.
Pedrosa, tras los entrenamientos de Estoril.Alvaro Barrientos (AP)

Dani Pedrosa tenía un reto. Siempre fue consciente de cuáles eran sus puntos débiles, de modo que se empeñó en limarlos para que asomaran poco. “Debería ser un piloto más agresivo en las frenadas. Ya he dado un paso, pero aun así mis rivales siguen siendo más fuertes en ese punto”, decía en una entrevista concedida en julio del año pasado a EL PAÍS. Tras las dos primeras pruebas del Mundial es evidente que el chico de Castellar del Vallés se ha vuelto un tipo más duro. Él, habitualmente discreto, no lanza las campanas al vuelo: “Siempre hay aspectos que mejorar, pero creo que he hecho muchos progresos”. En su equipo lo tienen claro: “El adelantamiento que le hizo a Casey [Stoner] en Losail fue impresionante. No estábamos acostumbrados a verle así”, señala Mike Leitner, su jefe de mecánicos.

Efectivamente, Catar, donde se celebraba la primera carrera del año, fue el primer escenario en el que se vislumbró la transformación de Pedrosa, que aún espera su primera victoria del curso. El de Honda adelantó primero a Lorenzo y no lo hizo en la recta, impulsado por la potencia de su moto -con mayor velocidad punta-, como ocurría, por ejemplo, en 2011. Adelantó al mallorquín en la primera curva, tras una apurada de frenada más propia de su rival. Y aunque poco después Lorenzo se la devolvió -terminaría ganando la carrera-, repitió adelantamiento a su compañero de equipo, en el mismo punto, con otra frenada al límite.

Siempre hay aspectos que mejorar, pero creo que he hecho muchos progresos” Pedrosa

“Compito con gente muy buena, que sabe frenar, así que es importante ser agresivo para poder competir con ellos. Claro que un adelantamiento como aquel ayuda a ir avanzando día a día; cada vez que das un paso adelante aumenta tu confianza”, reflexiona el piloto ya en Estoril, donde el año pasado se apuntó una victoria épica, recién aterrizado de una de sus numerosas operaciones de clavícula. “La competencia es tan dura que siempre tienes que mejorar. La temporada pasada nos pasamos la mitad del año hablando de clavículas, así que no hubo mucho margen para trabajar en perfeccionar su pilotaje, pero este año es evidente que ha dado un paso al frente”, añade Leitner.

Hace una semana, en Jerez, la película fue diferente, pero las conclusiones igualmente positivas. Pese a su excelente salida, como acostumbra, Pedrosa se quedó rezagado al cabo de unas vueltas -“Me quedé empanado”, rememora-. Tomó la primera curva en primera posición y marchaba en cabeza, pero no sabía qué se iba a encontrar en la pista: “Había visto muchas caídas en las carreras anteriores, sabía que la quinta curva y la última estaban mojadas y preferí esperar junto con Hayden y Dovizioso. Pero perdí mucho tiempo tras ellos”. En cuanto se puso las pilas y se despojó de sus miedos -“No es que no fuera lo suficientemente agresivo al principio, sino que me frené por precaución”-, adelantó a Dovizioso y a Hayden sin demasiado esfuerzo y se lanzó a la caza de Lorenzo y Stoner.

Con tanta lesión, el año pasado "no hubo mucho margen para trabajar en perfeccionar su pilotaje", comenta su jefe de mecánicos

Pedrosa no llegó (y tuvo que conformarse con ser tercero) porque la diferencia era ya demasiada, pero su ritmo, tan constante, uno de sus puntos fuertes, llegó a ser mejor que el de Stoner y Lorenzo en la segunda parte de la carrera; y la manera en la que defendió su posición ante el ataque de Crutchlow, uno de los pilotos más agresivos en frenada de la parrilla y que, además, calzaba neumático duro, desatan las sonrisas en el lado del taller del 26. “No era fácil aguantar aquello con el neumático más blando. Se las apañó muy bien”, dice Leitner, consciente de que la capacidad de su piloto de defender la posición en aquellas condiciones es indicativo de cómo ha mejorado en la frenada y cómo es capaz de apurar para trincar los frenos más tarde -o, como poco, al mismo tiempo- que el que le persigue. “Me acerqué en la última vuelta, lo intenté en la última curva, pero se defendió muy bien; estos chicos no cometen errores”, diría Crutchlow el domingo pasado.

En ello está Pedrosa, a quien a veces le gustaría desprenderse de la etiqueta de piloto elegante y fino: “Supongo que no puedo pilotar de otra manera. Si pudiera hacer los cambios de dirección más rápidos o más bruscos, los haría”, decía en julio del año pasado. La transformación está en marcha.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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