Higuaín apaga la hoguera
El tanto del argentino suaviza la ira de San Mamés, que se pasó el partido insultando a Florentino Pérez, e impulsa al conjunto visitante a la goleada
Gonzalo Higuaín volvió a dejar la huella de su garra en el título de Liga. El argentino fue un jugador importante en los últimos dos títulos ligueros del Madrid. En 2007, recién llegado, con 18 años, sus apariciones fulgurantes contribuyeron a ganar partidos decisivos, como contra el Mallorca y el Espanyol. En 2008 se destapó como goleador. Ayer en San Mamés, en un clima encendido por la hinchada, apareció desde atrás para finalizar una triangulación entre Cristiano y Özil. El alemán le centró el balón e Higuaín lo remató violentamente con la derecha, desde la frontal del área, ajustando el tiro al palo. Fue la chispa que encendió la celebración madridista.
El argentino gritó con rabia el gol, como reivindicándose tras suplencias anteriores
Los cerca de 200 seguidores del Madrid que se trasladaron a San Mamés vieron la acción a 20 metros. Higuaín festejó su gol 22 en el campeonato esta temporada apretando los puños y dirigiéndose al rincón donde se agrupaban los hinchas visitantes, en la esquina norte del campo. El argentino gritó con rabia, como reivindicándose después de ser suplente en los días más señalados de la temporada, contra el Barça y contra el Bayern. Sus compañeros acudieron a cubrirlo de abrazos. Cristiano, Callejón, Arbeloa, Xabi… y Özil. El goleador le dedicó su obra al alemán, que otra vez resultó imprescindible. En Telemadrid, al final del partido, Higuaín declaró que estaba “muy feliz” después de todo lo que sufrió el año pasado con la lesión de espalda. ¿Te vas a quedar entonces?, le preguntaron. “Solo quiero hablar de la Liga”, contestó.
Los balcones del casco viejo de Bilbao se fueron salpicando de banderas rojiblancas según avanzaba el día para unirse al colorido común de una ciudad pendiente del fútbol. Desde el Ayuntamiento se predicó con el ejemplo. La decoración acompañó al equipo en el comienzo de una etapa que se presume gloriosa, con dos finales por delante. El Madrid precisó el primer gol para enfriar una atmósfera cargada de resentimiento. La negativa a ceder el Bernabéu para disputar la final de la Copa del Rey dejó a muchos seguidores del Athletic fuera de un acontecimiento largamente añorado. El presidente del Madrid, Florentino Pérez, máximo responsable de la decisión, evitó viajar a Bilbao. En su lugar, en el palco se sentó Emilio Butragueño. La noche, sin embargo, estuvo saturada de recuerdos para Florentino Pérez. La hinchada local no dejó de entonar insultos contra el directivo. En una pancarta se pudo leer: “Florentino, por tu culpa 17.955 socios nos quedamos sin ir a la final”.
La negativa de Florentino a ceder el Bernabéu para la Copa caldeó mucho el ambiente
La afición acudió al partido entusiasmada. Quizá saboreando un duelo disputado. No hubo tal. Solo siete titulares habituales compusieron la alineación del Athletic. A última hora desapareció Muniain de la lista, añadiendo un sentimiento de novedad al equipo que se presentó con las bajas de Iturraspe y Herrera.
Una mano de Javi Martínez, que se protegió de un remate en una jugada a balón parado, fue interpretada como penalti por Teixeira. Cristiano, obligado al hat-trick para igualar la goleada de Messi en el Camp Nou, falló y encendió a las gradas. Más leña al fuego. Más cánticos contra Florentino Pérez. “¡Así, así, así gana el Madrid!”, bramaba la multitud. En este punto fue cuando Higuaín hizo el gol que apagó la hoguera, el 0-1, pronto acompañado del 0-2 tras una magnífica jugada de Xabi con Cristiano. El extremo portugués se fue por la banda derecha desbordando a la lenta defensa vizcaína y metió un centro raso, parabólico, alejado de los rivales y servido para que Özil recibiera en el segundo palo. La definición ante Iraizoz fue exquisita. El Madrid ya era campeón. Pese a la ira de San Mamés.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.