Primer atleta sancionado por el pasaporte biológico

El dopaje suele asociarse a grandes logros, a victorias imposibles, a la gloria. No es el caso del portugués Hélder Ornelas, que aunque a los 38 años tiene en su palmarés un par de maratones, el de Milán en 2005 y el de Praga dos años después, pasará a la historia como el primer atleta sancionado  por dopaje por su pasaporte biológico. Le han caído cuatro de años de suspensión.

El pasaporte biológico hace un seguimiento de las variables hematológicas de un deportista. De esta forma se detectan variaciones extrañas y se analiza si estas se deben al consumo de algún producto prohibido. En el caso de Ornelas las alarmas saltaron en mayo del año pasado, explica el comunicado de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). Así que se convocó a tres hematólogos expertos para analizar su pasaporte. La conclusión fue rotunda: “no hay una explicación razonable para las anomalías detectadas en la sangre salvo el uso de sustancias prohibidas”.

Con esta evidencia, la Federación Internacional pidió a la portuguesa que impusiera la sanción más alta prevista, cuatro años de suspensión. El maratoniano portugués, de 38 años, ha decidido no apelar, asegura la IAAF.

“El pasaporte biológico no es solo un concepto”, dice el presidente de la IAAF, Lamine Diack, en el mismo comunicado; "Es un método eficiente para identificar y atrapar a aquellos que creen que el dopaje es el único camino al éxito”.

El método se empezó a utilizar en el ciclismo hace cuatro años y ha permitido identificar y castigar a varios tramposos. En el atletismo ha sido un empeño de la Federación Internacional. La sanción a Ornelas es el primer resultado.