“Desgasta ganar tanto, no Mourinho”

Quedan pocos días para que Pep Guardiola se despida de la Liga española, pero no parece fácil que el entrenador del Barcelona se libre en este tiempo de hablar de José Mourinho. “¿En qué medida ha colaborado en su desgaste?”, se le preguntó ayer. “En nada. Mi desgaste es por el día a día y por ganar tanto”, respondió. “Mou le ha mandado un abrazo y pide que sea feliz”, le recordaron. “Se lo agradezco”, se limitó a decir.

Endogámico, el barcelonismo no atiende la visita del Málaga como una opción de sumar puntos en una Liga decidida ni tampoco con la idea de ver un buen partido. Para el hincha, la cita es tan solo el penúltimo acto de Guardiola en el banquillo del Camp Nou. Cuatro años siempre acaban demasiado pronto si están tan llenos de emociones como lo han estado los de Guardiola. Así que el aficionado llegará hoy al estadio a despedirle.

El Barça ha preferido dejar los fastos para el día del derbi contra el Espanyol, el próximo sábado. “Estas cosas, cuanto más se quieren preparar, peor. Siempre he pensado en la naturalidad de las cosas”, advirtió Guardiola, que teme verse convertido en protagonista. Guardiola confesó ayer que, “mentalmente”, ya está en la final de la Copa, contra el Athletic, aunque alimentó las ganas de hacerlo bien hasta el final en la Liga.

Guardiola genera la sensación de haberse convertido en un intruso en su propio hábitat

Guardiola genera la sensación de haberse convertido en un intruso en su propio hábitat, en convidado de piedra en un banquillo del que ha decidido irse y que tiene nuevo inquilino, Tito Vilanova. Una situación realmente inaudita. Desde la perspectiva personal, asegura que no ha cambiado nada: “Llevamos demasiado tiempo siendo amigos y seguimos haciendo el proceso. La felicidad de que un amigo, un compañero, tenga la posibilidad de asumir este cargo y tenga fuerza y coraje para hacerlo me hace feliz. Sabe que estoy para lo que necesite”.

En el aspecto profesional, las cosas cambian. Guardiola solo piensa en la final de la Copa. “Únicamente mando hasta el 27 de mayo, el día del maratón de TV3 [un acto benéfico]. Siempre he pensado que estás o no estás”, dijo. También recordó que el legado que deja a su sucesor es también obra suya: “Sin él, no lo habríamos conseguido. La transición, cuando te echan, es más sencilla porque lo has hecho mal. Sabíamos que después de 13 títulos sería complicado para el que viniera y el que viene es Tito”.