El Sevilla va a paso de tortuga

Todo empezó con la ingeniosa forma en la que la afición del Sevilla hizo notar su enfado por el horario del partido. Una pancarta con el lema “Paren el partido: Mou sigue hablando” surgió en la grada del Gol Norte mientras miles de pelotas de tenis fueron lanzadas al terreno de juego. Dos minutos estuvo parado el partido, que empezó cerca de las 22.40 de la noche. La multa para el Sevilla será importante, pero la afición andaluza protestó ante lo que consideró una falta de respeto. Cuando la cosa se calmó, irrumpió con fuerza el Sevilla, brioso, deseoso de cerrar la herida abierta con la goleada en Getafe en la jornada anterior. Los de Míchel, con un ritmo intenso, lograron meter al Levante en su área y adelantarse en el marcador con un gran remate de Negredo, en racha.

No se descompuso el Levante, tan bien trabajado como rocoso, rápido en la transición y con el toque de calidad que destila Barkero. El vasco le dio un pase de cine a Koné y el marfileño le pegó con el alma, la misma que le dice que no desea que se plasme su regreso al Sevilla. Pero sus goles, por contrato, dictan lo contrario.

Acusa mucho el conjunto andaluz los tantos en contra, mientras que el Levante nunca se olvidó de su sello: seriedad defensiva y gran salida al contragolpe. Buscó el Sevilla el gol, revitalizado por Navas, y el partido se abrió en un duelo de ida y vuelta incierto. Manu y Koné perdonaron, con buenas acciones de Munúa y Javi Varas, mientras el juego de los locales se espesaba, demasiado angustiados en busca de un triunfo vital en sus aspiraciones europeas.

Tanta ansiedad se pudo ver recompensada para el Sevilla a falta de cuatro minutos, cuando el árbitro vio penalti en un manotazo de Venta a Reyes. Munúa voló ante el lanzamiento de Negredo y todo acabó como empezó, con disgusto para el cuadro andaluz, que suma un punto insuficiente frente a un rival directo que mantiene su ventaja en la clasificación. Al Sevilla, lejos de su mejor versión, no le basta con su juego a ráfagas, de escasa intensidad y poco físico.