Acosta mete miedo al Villarreal

Tres días después, la historia se repitió a la inversa. En el descuento, Acosta, delantero del Racing, marcó de cabeza y empató ante un Villarreal que no supo sellar el partido. Falto de espíritu y escasamente combativo, el Racing apenas planteó resistencia salvo al final, cuando al equipo castellonense le entró el miedo en el cuerpo. El conjunto cántabro llegó a El Madrigal con escasa convicción y logró un punto para alargue de su lucha por la salvación y para desesperación del equipo de Lotina.

El Villarreal se encuentra bloqueado. Su fútbol carece de sentido. El conjunto castellonense pretende crecer a partir de la organización defensiva y del orden a la espera de que aparezca la calidad individual de alguno de sus principales actores, escasos en estos momentos.

Solo a Borja Valero se le enciende la luz esporádicamente. Suyo fue un fabuloso pase a Hernán Pérez que el paraguayo convirtió en gol al inicio del segundo acto. La ventaja le dio cierta tranquilidad y pausa a su juego, insuficiente para blindar la victoria.

El Racing apenas dispuso de ánimo para revertir la situación. Hasta que, llegado el último suspiro, Acosta aprovechó un centro combado para rematar a placer en un nuevo error de la defensa amarilla. Zapata, el defensa colombiano por el que el Villarreal pagó siete millones al Udinese, se quedó estático, deshaciendo el fuera de juego e incapaz de molestar el remate del punta racinguista.

Emotiva resultó la entrada del Villarreal al terreno de juego y triste su salida. Rossi, que el pasado viernes volvió a romperse el ligamento anterior cruzado de la rodilla derecha, posó en la foto del equipo inicial. El Racing, sin Álvaro Cervera en el banquillo por una taquicardia sufrida en la víspera, comenzó bien el partido y fue perdiendo presencia y esencia con el paso de los minutos en un primer periodo aséptico e insustancial que salvó al final.

No pudo comenzar mejor el Villarreal el segundo acto. En la primera acción encontró el gol. Hernán Pérez embocó a gol tras un perfecto desmarque de ruptura y un excelente pase en diagonal de Borja Valero. El equipo amarillo creyó que la ventaja sería suficiente ante un Racing en el que solo Munitis tenía las ideas claras. Se dejó llevar el Villarreal y lo pagó. Ahora está a solo cinco puntos de los puestos de descenso.