El Espanyol vende a pedazos
El club acuerda con un fondo de inversión británico el traspaso de alrededor del 20% de los derechos de Álvaro, Amat y Héctor Moreno
Necesitado de dinero en efectivo, el Espanyol ha aceptado un trato, todavía por firmar, con un fondo de inversión británico para dividir los derechos económicos de varios de sus jugadores. Hace dos años, un agente inglés —“No podemos revelar el nombre ni la empresa”, señalan desde la entidad periquita—se acercó a la ciudad deportiva del Espanyol para tantear el terreno, para explicar al área deportiva y a la tesorería cómo funcionaba el fondo de inversión y sus intereses, que no eran otros que hacerse con una parte de los derechos de los jugadores jóvenes y prometedores del primer equipo.
“Muchos fondos nos han ofrecido hacer estas operaciones”, reseñaba en verano Germán de la Cruz, responsable del área deportiva. Reacio a tal operación por desconocimiento y porque consideraban perder parte de su patrimonio, el club le dio largas a los que ahora ya tilda cariñosamente como los ingleses. Pero, acuciado en lo económico, se lo ha repensado hasta el punto de que el consejo del club deslizó que habían convenido aceptar alguna oferta. Son tres. Así, el Espanyol ha traspasado cerca de un 20% de los derechos económicos de Álvaro, de Héctor Moreno y de Amat.
Tomaremos decisiones impopulares; no queremos entrar en la Ley Concursal” Ramon Condal
“Es una buena oportunidad para el club y nuestro deber es intentar aprovecharla”, sostiene en un comunicado el director general Joan Collet. La oportunidad es, sin embargo, un parche momentáneo y una operación aceptada a regañadientes por la dirección deportiva porque no queda otra. Quizá se sospecha que la venta es segura y que no se tendría que dividir el beneficio de la misma, más jugoso que el traspaso de derechos. Pero como varios jugadores acaban contrato dentro de dos cursos y la renovación no parece muy próxima, el Espanyol entiende que lo mejor es venderlos a pedazos. Y como no sabe a qué precio lo hará, acepta ahora un dinero seguro que en ningún momento deberá devolver, ocurra lo que ocurra. “Se especifica en el contrato”, explican desde la cúpula del club; “nosotros cobramos al contado y ellos cobrarán progresivamente cuando nos vayan pagando el traspaso”. Recoge el testigo Collet: “El acuerdo no significa la obligación de traspasar. Y en muchos casos se negociará la prórroga de sus contratos”.
No hace tanto, el Espanyol hizo algo parecido, cuando el expresidente Daniel Sánchez Llibre y otros directivos invirtieron —a través, en algún caso, de una empresa que crearon a tal efecto (Bytes Empresarial)— en los derechos de Eduardo Costa, Luis García y Zabaleta. Desde que llegó el actual presidente, Ramon Condal, se reprobaron estas operaciones.
Ahora se acude a un fondo de inversión que paga menos de lo que vale ese tanto por ciento del futbolista —ahí está el negocio del fondo— y no perdonará ni media en caso de apuro, como podía hacer un familiar del club. La ventaja es que si el traspaso no cubre el dinero invertido por la firma británica, no se le deberá devolver nada. Pero eso sería una mala noticia porque el futbolista se habría devaluado. Ya lo avisó Condal el mes pasado: “Tomaremos decisiones impopulares; no queremos entrar en la Ley Concursal”.
Desde el verano, varios fondos se han hecho con participaciones de jugadores de la Liga española. Gracias a uno llegó Roberto al Zaragoza. Doyen, un grupo británico, empezó con pequeños patrocinios y luego anuncio una cartera de 14 jugadores, sobre todo del Sporting y del Getafe. En el Espanyol ni confirman ni desmienten que este es el fondo con el que han llegado a un acuerdo.
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