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La fórmula española lanza al Madrid

La alineación de seis jugadores nacionales, inédita en la etapa de Mourinho, alumbra la mejor versión del líder

Diego Torres
Albiol y Xabi Alonso, ante Lekic en el Osasuna-Madrid del pasado sábado
Albiol y Xabi Alonso, ante Lekic en el Osasuna-Madrid del pasado sábadoJESÚS DIGES (EFE)

Las relaciones entre José Mourinho y el grupo de jugadores que se aglutinan alrededor de los españoles nunca fue tan tirante como en las últimas semanas. El técnico del Madrid duda de la lealtad de sus hombres y ellos recelan tanto de su sentido de la justicia como de su criterio para sacar el máximo provecho de la plantilla. En este clima de tensión viajó el equipo al viejo Sadar, probablemente el campo más inhóspito que existe para el madridismo. Sea porque Mourinho juega cartas inesperadas para activar la competitividad de sus futbolistas, sea porque, como decía Borges, “a la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos”, el caso es que ante Osasuna jugaron más españoles que nunca. Desde que el entrenador portugués dirige al equipo el Madrid jamás había disputado un partido completo con seis españoles en la alineación titular. El resultado fue, como sentenció el propio técnico, “fantástico”.

A los cinco campeones del mundo se sumó Granero en Pamplona en un dibujo nuevo

El Madrid tiene cinco internacionales españoles: Casillas, Arbeloa, Albiol, Ramos y Alonso. Todos levantaron la Copa del Mundo en 2010. A ellos se les sumó Granero en Pamplona para componer un equipo inédito desde que Mourinho se hizo cargo del banquillo de Chamartín, hace una temporada y media. En los 68 partidos que dirigió en Liga desde entonces hasta el duelo del sábado, los seis españoles no habían coincidido entre los titulares ni una sola vez. A la primera respondieron con contundencia (1-5) y, sobre todo, sin rifar la pelota. Elaborando las jugadas en campo contrario hasta el 0-1 y contragolpeando a partir de la obtención de la ventaja. La táctica no cambió, pero los ejecutantes sí. Esto redundó en balones más claros para los atacantes, que se dieron un festín. Entre Higuaín, Benzema y Cristiano ya suman 74 goles en Liga. La cifra reluce en la comparación con los tantos totales de los equipos con más pegada de la competición: Barcelona (86 goles), Valencia (46) y Athletic (44).

Dicen quienes trabajan a diario con Mourinho que su esquema ideal es un 4-3-3 que, junto a Xabi, siempre incluye a uno o dos especialistas defensivos, como Lass o Khedira. Al técnico le agrada la idea del trivote contra la opinión de la mayoría de sus jugadores. En Vila-real, cuando dio la alineación, un par de horas antes del partido, la plantilla fue un coro de cuchicheos. Xabi, Lass y Khedira formaron el medio campo y al banquillo destinó a Kaká, Higuaín y Granero. Algunos jugadores no ocultaron su asombro ante lo que consideraron un error, un desperdicio de talento, o un acto de precaución inexplicable. Mourinho se mostró nervioso antes del partido. Según los jugadores, porque sabía que su medida no sería bien recibida ni por el vestuario, ni por la prensa, ni por la afición del Bernabéu. En caso de pérdida de puntos, el riesgo se disparaba. El Madrid perdió dos puntos. Y en el seno de la plantilla se extendió la sospecha de que acumulando mediocentros defensivos el Madrid dilapidaría el colchón de puntos que le mantiene a salvo del Barça en la Liga.

La táctica no cambió, pero los balones llegaban más claros a los atacantes

Las bajas de Pepe por sanción, Khedira por enfermedad, y Lass por lesión, inclinaron a Mourinho a dar pasos en una dirección nueva. Para reemplazar a Pepe eligió a Albiol, que no jugaba en Liga desde el 2 de octubre, en el estadio de Cornellà. Media temporada postergado a favor del novato Varane. Un largo periodo de inactividad que empujó al futbolista a pedir una cesión en Navidades para tener minutos y así poder acudir a la Eurocopa. Para sustituir a Lass y Khedira el técnico optó por Granero, a quien mantenía en capilla desde el 1-1 frente al Málaga. Sus compañeros creían que no le volverían a ver disputar partidos importantes. Pero Granero regresó a la titularidad junto con Xabi después de un mes y medio. Y lo que para Mourinho fue una alineación circunstancial se convirtió en la manera más natural de hacer que el Madrid aproveche al máximo su gigantesco potencial.

No fue la primera vez que el Madrid desplegó sus mejores cualidades con Xabi y Granero en el medio campo. Con los dos volantes desde el inicio el equipo ha conseguido 19 victorias, dos empates y ninguna derrota. En total, 21 partidos de los 106 jugados en Liga desde la temporada 2009-2010. El balance: 65 goles a favor por 20 en contra. El 90% victorias frente al 75% cuando no se juntan entre los titulares.

Mourinho solo ha alineado siete veces juntos a Xabi y Granero a pesar de que con él en el banquillo suman sus coincidencias por victorias. La primera vez que lo hizo fue en El Sardinero, el 5 de marzo de 2011, siete meses después de comenzar la competición. Entonces, el Madrid completó uno de los partidos más celebrados por los aficionados: 1-3. Pero el técnico no los volvió a reunir hasta que el campeonato estuvo perdido. Entre mayo de 2011 y enero de 2012, Granero y Xabi no volvieron a verse en la misma alineación en Liga.

Los españoles fueron puestos a prueba contra Osasuna y respondieron con una exhibición. La fórmula no solo acerca criterios entre el entrenador y los futbolistas. Además, parece la vía más rápida hacia el título.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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