La argamasa de Lotina da resultado
El Villarreal, ordenado y rocoso, gana a un Rayo víctima de su ansiedad
La argamasa de Lotina funciona. En apenas cinco días, el técnico ha sellado las grietas y ha rearmado al Villarreal, que se impuso en Vallecas con un ejercicio de pragmatismo.
La meticulosidad táctica impuesta por el nuevo técnico del conjunto castellonense triunfó sobre el tapete de Vallecas. Mientras los amarillos lucharon aplicados por recuperar el orden y el concierto, el Rayo se entregó a su vehemente correcalles. La organización venció a la desmesura.
Los de Sandoval llegaban a la cita con la intención de prolongar su dicha con el aliciente añadido de superar los números más lustrosos de su historia, pero no dieron con la tecla. Dispuestos a emular al legendario matagigantes de la temporada 77-78 o a aquel equipo de Juande que alcanzó la clasificación para la UEFA en el año 2000, el conjunto rayista tuvo una puesta en escena cargada de arreones y sobreexcitación.
Rayo, 0 - Villarreal, 2
Rayo Vallecano: Joel; Tito, Arribas, Labaka, Casado (Lass, m. 46); Javi Fuego, Trashorras (Movilla, m. 65); Piti (Tamudo, m. 46), Michu, Armenteros; y Diego Costa. No utilizados: Dani Giménez; Diamanka, Diego y Delibasic.
Villarreal: Diego López; Mario, Musacchio, Zapata, Oriol; Borja Valero (Martinuccio, m. 79), Bruno, Marcos Senna, Cani (Camuñas, m. 71); Marco Ruben y Nilmar (Ángel, m. 52). No utilizados: César; Marchena, Wakaso, Mario y De Guzmán.
Goles: 0-1. M. 29. Marco Ruben, de cabeza tras aprovechar un rebote en el larguero. 0-2. M. 85. Ángel, con un derechazo.
Árbitro: Pérez Lasa. Amonestó a Casado, Tito, Arribas y Bruno.
Unos 9.000 espectadores en Vallecas.
Diego Costa merodeó el área del Villarreal desde el pitido inicial y dio la murga sin descanso a Diego López, pero el Rayo fue víctima de su descontrol. Bastó que el Villarreal atosigara una salida de balón de la defensa vallecana para que Casado cometiera una temeridad. El lateral dejó el balón a los pies de Cani, que superó con una sutil vaselina a Joel. El rebote en el larguero lo remachó Marco Ruben.
Con los tres puntos en el zurrón, el Villarreal se replegó confiado en cazar al rival al contragolpe. Los de Lotina no están para muchos trotes, pero les sobra oficio. Sin alharacas, anestesiaron el partido y en otro despiste del Rayo dispusieron del tiro de gracia. La meritoria estirada de Joel impidió que Marco Ruben sentenciara desde el punto de penalti. Pero al Rayo esta vez no le funcionó la heroica y no encontró ninguna rendija en el muro amarillo. Ángel, a cinco minutos del final, acabó con la emoción y selló una victoria reconstituyente para el Villarreal.
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