Piqué podrá presentar alegaciones contra la denuncia de los árbitros

El Comité de Competición de la Federación de fútbol ha tratado hoy la expulsión del barcelonista Piqué ante el Sporting desde una doble perspectiva. Primero, ateniéndose a la redacción del acta de Velasco Carballo, le ha impuesto el tradicional castigo de un partido de suspensión y 600 euros de multa, contra el que el Barcelona puede recurrir en los próximos 10 días hábiles. Luego, le ha dado al central la oportunidad de presentar – en los próximos cinco días- alegaciones contra la denuncia del Comité Técnico de Árbitros (CTA) por las declaraciones que realizó tras el encuentro sobre la tarjeta roja recibida, que consideró “premeditada”. Cuando escuche los argumentos del defensa, ya en una próxima reunión, el Comité decidirá si aplica o no el artículo 137.2C de los estatutos federativos, referentes a “dirigirse a los árbitros (…) con actos, expresiones de desconsideración, menosprecio o proferir insulto”, en cuyo caso Piqué podría llegar a ser suspendido hasta tres partidos.

“Si sancionan a Piqué, lo sancionan. Estoy totalmente de acuerdo con él”, dijo Pep Guardiola, técnico del Barcelona, el martes, antes de “pedir humildemente disculpas” al colectivo arbitral “si en algún momento se han sentido ofendidos”.

La opinión del colectivo arbitral ya quedó resumida en la boca de Victoriano Sánchez Arminio, presidente del CTA: “Las declaraciones de Piqué son desafortunadas y muy graves. Afectan al estamento arbitral y lógicamente las denunciaremos”, avisó. “Cuando oyes estas cosas te hierve la sangre, un deportista debe de tener respeto a otro”.

En 2010 y 2011, por ejemplo, la CTA se dirigió a competición para solicitar la sanción de dos entrenadores por comentarios sobre la labor arbitral. “No es que esté demasiado orgulloso de lo que hice. Puedo entender la expulsión, pero si decidimos recurrirla fue porque el señor Clos y el señor Gallego mienten. Yo me equivoco y me voy a la grada, pero ellos mienten y lo saben”, dijo Guardiola sobre cómo explicaba su expulsión el árbitro en el acta tras un partido contra el Almería en 2010. Esas palabras le valieron una sanción de 1.500 euros. Del mismo modo, en 2011, Competición decidió archivar la denuncia de los árbitros contra José Mourinho, que había pedido que Pérez Lasa no volviera a arbitrar un partido de su equipo ni del Barça, aunque conminó al técnico del Madrid a realizar el “esfuerzo de que no vuelvan a repetirse situaciones similares”. Los federativos consideraron que se podía aplicar el principio de duda porque el entrenador portugués se había expresado en castellano, que no es su lengua materna y por tanto, concluyeron, no domina a la perfección.

El portugués alegó esa barrera idiomática y se disculpó. En ese capítulo del proceso se encuentra ahora Piqué, cuyas declaraciones sobre la expulsión no fueron recogidas en el acta arbitral que firmó Velasco Carballo.