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NBA

Lin, un icono más allá del baloncesto

El base taiwanés de los Knicks, del que ya se prepara una biografía, multiplica las audiencias, copa las portadas y se convierte en “un fenómeno que rompe muchos estereotipos”

Robert Álvarez
Jeremy Lin celebra una canasta ante Dallas Mavericks
Jeremy Lin celebra una canasta ante Dallas MavericksCHRIS TROTMAN (AFP)

Escondida entre el alud de noticias, historias o simplemente rumores en torno a Jeremy Lin, una carta al director del Usa Today remitida por una señora de Stevens Point (Wisconsin), da una idea aproximada del motivo por el que este jugador de baloncesto, de los Knicks de Nueva York, que tiene 23 años y al que hace apenas tres semanas conocían contadas personas, se ha erigido en un fenómeno de masas del que se habla en todo el mundo y a todas horas.

La señora Cook, que así se apellida, leyó el editorial del periódico en que se afirmaba que Linsanity (la locura desatada en torno a Lin) sirve de inspiración no solo a los deportistas, sino a todas las personas de todos los ámbitos que esperan pacientemente una oportunidad para triunfar. “Pensé en nuestro yerno, un destacado artista gráfico y un joven brillante, que debe trabajar como conductor para una empresa de transporte. Pensé en mi hija, graduada en Bellas Artes, a quien abandonó su marido con un bebé de tres meses, que finalmente se ha divorciado, se ha recuperado y quiere hacer otra carrera. Y pensé en mí misma, que estoy retirada y pretendo estudiar fotografía”. Ese editorial, concluye la señora Cook, debería ser leído por todos como estímulo para no cejar en la persecución de nuestros sueños. “Mandé copias a todos mis familiares”, concluye.

Lin ha sido portada de 'Time' y dos veces seguidas portada de 'Sports Illustrated'

Lin ha sido portada de Time, dos veces seguidas portada de la prestigiosa revista Sports Illustrated —Michael Jordan es el único que lo ha sido tres veces— y de él han hablado todos los periódicos, deportivos y no deportivos, todas las radios y todas las televisiones, de Estados Unidos, de España, de todo el mundo. El base, de 1,91 metros, era el último en el banquillo de los Knicks, un equipo que volvía a dar que hablar por su deriva, siempre en el ojo del huracán, siempre gastando dinero a mansalva, casi siempre con resultados decepcionantes. Ocho victorias y 15 derrotas llevaban cuando, faltando tres minutos y 35 segundos para el final del primer cuarto del partido que les enfrentaba a los Nets de Nueva Jersey, Mike D’Antoni, el entrenador de los Knicks, le hizo saltar a la cancha.

Lin, que hasta entonces dormía en el sofá del apartamento de su hermano porque no tenía siquiera garantizado su contrato, el segundo peor de la plantilla de los Knicks, con 762.000 dólares (unos 570.00 euros), maravilló con su juego. Ausentes la mayor parte del tiempo las figuras, Carmelo Anthony por lesión y Amare Stoudemire porque su hermano acababa de morir en un accidente de tráfico, Lin llevó a su equipo a una cosecha de nueve victorias y solo dos derrotas, con un juego espectacular y con una media de más de 25 puntos y ocho asistencias, y no dejó más remedio a la NBA que incluirle en el partido de las promesas que se disputa la próxima madrugada en Orlando.

Las proezas deportivas de Lin poseen el aliciente añadido de sus particularidades vitales, con ingredientes sabrosos para cualquier paladar, desde el más profano del deporte hasta el más acérrimo de los aficionados. Su origen taiwanés, el hecho de que se graduara en Económicas por la Universidad de Harvard, de que sea religioso y rece antes de los partidos, de que ni siquiera entrase en el draft, entre los jóvenes elegidos cada año por los equipos de la NBA, de que vagara por un par de ellos, Golden State y Houston, antes de ser enviado como moneda de cambio a Nueva York...

Los responsables de los Knicks evalúan en un 300% el aumento en las ventas de 'merchandising'

Lin ha provocado que las televisiones de Taiwan y China se hayan apresurado a comprar los derechos de transmisión de los partidos de los Knicks, que los responsables del club evalúen en un 300% el aumento en las ventas de merchandising, que las audiencias de los partidos de la NBA se hayan disparado en Estados Unidos y que incluso la camiseta del equipo al que fue cedido por los Knicks tres partidos en una liga menor, Bay-Hawks, haya conseguido 4.000 dólares en una subasta de su camiseta con el número 17 o 750 dólares por una de sus prendas de entrenamiento.

Lin se ha convertido también en un símbolo, en un jugador que ha roto los estereotipos y los prejuicios. Cuando los equipos recibían a un jugador asiático, los expertos tendían a etiquetarlos como blandos, faltos de consistencia competitiva y poco lúcidos a la hora de entender el juego. Se ha puesto sobre el tapete el racismo existente en el baloncesto y el propio Lin ha relatado los insultos que recibía relacionados con su origen asiático, aunque él nació en Palo Alto, California.

El asunto se ha desmadrado de tal forma que la cadena ESPN ha despedido esta semana al redactor Anthony Federico, que elaboró una noticia e incluyó una palabra por la que muchos asiáticos se sienten insultados. Y para que no falte nada en el fenómeno mediático, el propio Lin salió a la palestra en el programa de la cadena ABC para desmentir que mantenga ningún tipo de romance con una famosa actriz de televisión, Kim Kardashian, recientemente divorciada del también jugador de baloncesto, pero de los New Jersey Nets, Kris Humphries.

Así las cosas, no era de extrañar que un grupo editorial, Hachette Book Group en este caso, se lanzara a publicar una historia sobre el jugador. El título del libro será Jeremy Lin: El motivo para el Linsanity, escrito por Timoty Dalrymple, que estará en las librerías en mayo. En él se narran sus años en la escuela, en la universidad y su incipiente carrera en la NBA. David Stern tuvo muy claro que Lin tenía que estar presente este fin de semana en el All Star. “Es un fenómeno y es fascinante verle jugar. Está rompiendo muchos estereotipos”, justifica el comisionado de la NBA. El consenso es general y en Orlando, donde impera Dwight Howard aunque muchos aficionados le echan en cara que haya dejado ir su deseo de cambiar de equipo, se espera con inusitada expectación la llegada a la ciudad de la nueva estrella del baloncesto, el número 17 de los Knicks.

El All Star

  • Partido delas Estrellas Emergentes: madrugada de viernes a sábado (3.00, Canal + Deportes HD).
  • Concurso de mates y triples: madrugada de sábado a domingo (2.30, Canal + Deportes HD).
  • Partido de las estrellas: Conferencia Este - Conferencia Oeste: madrugada de domingo a lunes (1.40, Canal + y Canal + Deportes HD).

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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