El Athletic y sus dos caras
El acierto de Caicedo frustra el exquisito juego desarrollado por los de Bielsa, que llegaron a adelantarse en la primera mitad (2-1)
Ni el frío —menor del esperado—, ni la nieve —un saludo para el inicio— ni la hierba artificial —mejor de lo previsto—, le robaron las ideas al Athletic. Ni el estilo. Allí, en el antiguo estadio Lenin de Moscú, dio el Athletic más taconazos que en sus últimos 50 años de historia. O más. Y el gol fue un ejercicio de precisión más propio de un estadio en mayo con el césped cortado a tijera, hierbajo a hierbajo. Por allí, bailando sobre la nieve, circuló Susaeta más de 70 metros, quitándose defensas de en medio hasta asistir a Muniain, para que golpease a la red, un poco mordida y con el susto del toquecito del portero. Fue un bellísimo gol, un heredero de una jugada anterior, a los 10 minutos de partido, en la que tres jugadores del Athletic jugaron al primer toque, dos de ellos de tacón, tocando y yéndose hasta el centro, final que, extrañamente, malgastó Llorente.
- LOKOMOTIV 2; ATHLETIC 1
- Lokomotiv: Guilherme; Shisnkin, Burlak, Belyaev, Yanbaev; Tarasov, Zapater, Glushakov (Ozdoev, m. 88), Torbinski (Obinna, m. 66); Caicedo y Maicon (Shychev, m. 90). No utilizados: Fitsov; Durica, Eschenko y Podberezkin.
- Athletic:Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe (David López, m. 78); Iturraspe, Herrera, De Marcos; Susaeta, Llorente y Muniain. No utilizados: Raúl; Toquero, San José, Íñigo Pérez, Ekiza y Gabilondo.
- Goles: 0-1. M. 35. Muniain.1-1. M. 60. Glushakov, de penalti. 1-2. M. 71. Caicedo.
- Árbitro:Alin Hategan (Rumanía). Amonestó a Maicon, Torbinski, Aurtenetxe y Guilherme.
- Estadio Luzhniki: 17.000 espectadores.
El Lokomotiv es Caicedo y Maicon, dos tipos potentes y duros, cuya misión es aprovechar cada balón olvidándose de los compañeros que les cubren las espaldas. La ayuda es de Yanbaev, un lateral ofensivo. Ambos le amargaron la noche a la defensa y particularmente al joven Aurtenetxe, incapaz de controlar a semejantes torpedos. Tan confundido estaba que cometió un penalti infantil sobre Caicedo que valió algo más que un gol. Ahí despareció el equipo de Bielsa, habituado a mostrar dos caras a poco que le asuste el contrario. Y la sonrisa de la primera mitad, primorosa, un ejercicio de calidad solo contestada por su imprecisión en el remate, se convirtió en la mueca de un dolor de estómago en la segunda. Dos equipos y dos resultados, sobre todo cuando Amorebieta quiso hartarse de balón en un despeje y golpeó al aire de Moscú. Caicedo, la puso en la red. Curioso: un ecuatoriano y un brasileño, bajo la nieve, tumbaron al Athletic, Y el portero, brasileño, genial, en manga corta. Fútbol global.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.