Guardiola, la "pieza clave" del Barça

Puede que los jugadores del Barcelona no se ocuparan la noche del miércoles de pedirle a su entrenador que firme ya la renovación, inquieto como anda el entorno por una dilación, otro año más, que no hace sino temer el fin de un ciclo glorioso. "No, no se han atrevido", respondía escueto Pep Guardiola cuando se le preguntó. Pero en público los jugadores sí lo hacen. Como ya ocurriera en el pasado ?"No imagino un Barça sin Pep", dijo Puyol hace un año; o Iniesta: "Si quieren más títulos, que siga"? los jugadores empiezan a expresas sus ideas. "El vestuario no duda de que Guardiola renovará. Él no da muchas pistas, pero es más culé que el palo de la bandera", concedió Xavi tras la semifinal contra el Valencia y con el equipo clasificado ya para otra final de la Copa. "Le veo con más ganas que el primer año. Con eso lo digo todo", señaló ayer Piqué antes de encumbrar al entrenador como el responsable de la resurrección del Barça: "Pep llegó aquí cuando el club no estaba en su mejor momento, y desde aquel primer año el equipo no ha parado de crecer. Se han ganado muchos títulos, han subido jugadores de la cantera, que no han costado dinero, y todo eso hace que el Barça valga más de lo que valía hace unos años. La pieza clave es el míster", resumió.

El club anunció la última renovación de Guardiola el 8 de febrero del año pasado, con el equipo también clasificado para la final de la Copa; también entonces tenía a la vuelta de la esquina la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, aunque marchaba líder en la Liga, con siete puntos de ventaja sobre el Madrid, mientras que estas posiciones se invierten hoy. Un año antes la renovación se cerró el 20 de enero, después de que en medio de un concierto el grupo Manel suplicara al técnico, entre el público, que firmara.

Pero el de Santpedor no abre la boca. Siempre defendió su deseo de cerrar los contratos cada año, pues entiende que uno debe ganarse la renovación. Y hace solo unos meses declaraba que no había día en que no pensara que dejaría el club al día siguiente. "Los contratos largos me angustian", matizaba. Hoy, por ejemplo, es la recuperación de Tito Vilanova, su ayudante y amigo, el factor que puede jugar a favor del sí. O haber cerrado el capítulo de la clasificación para su 12ª final en un partido que, según dijo a sus jugadores, marcaría el resto de la temporada. "Para renovar tengo que sentirlo yo", ha asegurado, para responder a la presión de la plantilla y de la directiva azulgrana.