Héroes a la vista
Es el turno del fútbol europeo y del espírutu olímpico. La hora de los mejores deportistas del mundo
Años pares, años de emociones deportivas y héroes, esperados e inesperados, a la vista. Es el turno de la Eurocopa de Polonia y Ucrania y de los Juegos Olímpicos de Londres, salpicados antes y después por otros pulsos extraordinarios: la batalla por la supremacía entre el Barcelona y el Real Madrid, el reto entre Rafa Nadal y Novak Djokovic (que se puede trasladar a Londres), el nuevo intento por hacer cumbre de Fernando Alonso y de Jorge Lorenzo, y la posible resurrección de Tiger Woods.
Al cierre de este suplemento, el ciclismo, Alberto Contador, solo es una interrogación mayúscula. De camino a la Eurocopa 2012 (8 de junio al 1 de julio), donde la selección de Del Bosque defiende el título de Luis Aragonés en Viena, España llega con inquietudes inesperadas. El héroe final de 2008, Fernando Torres, lleva meses gripado, con el equipo español y con el Chelsea. Por si fuera poco, su socio ante el gol, Villa, tiene para unos cuantos meses en la enfermería. La delantera se ha convertido en el nudo del campeón mundial, con Llorente, Negredo y Soldado en el escaparate. En el resto de las líneas, Del Bosque tiene abundancia, especialmente en el centro del campo, el mejor vivero del fútbol español. A España le esperan Alemania y Holanda, sus dos adversarios en las finales de 2008 y Sudáfrica 2010, dos selecciones que no han perdido pujanza desde entonces. Sobre todo Alemania, en la que Joachim Löw ha invertido con éxito en el talento.
El fútbol alemán ha revertido su imagen de equipo de hormigón. Favorecidas por el sistema de clasificación para un torneo con 16 equipos, en Polonia y Ucrania no faltará ningún grande. Con el paréntesis del fútbol, que no es poco, Londres será por tercera vez la capital del deporte mundial. Tras celebrar las ediciones de 1908 y 1948, la gran metrópolis británica acogerá los Juegos del 27 de julio al 12 de agosto. Pekín le ha puesto el listón muy alto, a nivel organizativo y deportivo.
La eficacia y majestuosidad china propiciaron unos Juegos grandiosos, con un cartel de héroes casi insuperable. Michael Phelps, Usain Bolt, Kobe Bryant, Rafa Nadal y hasta Leo Messi se cubrieron de oro.
El pez de Baltimore batió todos los registros, pulverizó a Mark Spitz y se convirtió en el segundo deportista con más medallas olímpicas, 16 por las 18 conseguidas por la gimnasta rusa Larisa Latynina entre Melbourne 56, Roma 60 y Tokio 64. Pero nadie tiene más oros que Phelps, que suma 14 entre Atenas 2004 y Pekín 2008. El nadador estadounidense llegará a Londres con 27 años, pero más que la edad a Phelps habrá que medirle por su grado de motivación tras haber batido todos los registros imaginables y por la evolución de adversarios como su compatriota Ryan Lochte.
Bolt concitará otro de los momentos estelares. Sus tres vuelos de oro en el Nido de Pekín ya forman parte de la leyenda olímpica. El jamaicano llegará herido en su orgullo tras su imprevisto fiasco en los Mundiales de Daegu (Corea del Sur), cuando fue eliminado de los 100m por una salida falsa. Su espantada permitió emerger a su jovencísimo compatriota Yohan
Blake, protegido suyo. "En Londres quiero hacer algo salvaje", proclama Bolt, sin que nadie se atreva a contradecirle. Con un superdotado como él conviene soñar con cualquier gesta inhumana.
Al margen de Phelps y Bolt, en principio destinados a marcar de nuevo el gran relato de unos Juegos, España llegará con notables incertidumbres. Sin solistas tan fiables como Gervasio Deferr y Joan Llaneras, Nadal y el baloncesto -con la mejor selección que se recuerde medida de nuevo ante el planeta de la NBA- son sus mejores bazas junto a David Cal, presumible abanderado. No será fácil que la delegación española repita las 18 medallas de China, donde el atletismo pegó un bajonazo (sin metales por primera vez desde Seúl 88) del que no ha dado señales de recuperación.
Lejos de Barcelona 92, a España le funciona mejor el deporte de alta profesionalización, en el que las estructuras federativas, arcaicas en muchos casos, apenas puntúan. Ese es su lastre y el que le puede condenar en Londres.
![Vista aérea del Estadio Olímpico de Londres, el Centro Acuático y el Water Polo Arena.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WCKGEEIV7QSFJSP6JBVG5A5CRM.jpg?auth=26eeb0a19150608070d05996449589fa03be231905dd7c8643f2c596d7d016c4&width=414)
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