"Chicos, esto no es más que una piedra en el camino"

La derrota ante Dinamarca en las semifinales del Europeo de Serbia siguió pesando como una losa en la mente de los jugadores españoles durante toda la noche de ayer. El equipo se fue del Belgrado Arena con los ojos húmedos, la cabeza baja y la sensación de que habían perdido una gran ocasión para alcanzar otra final del Europeo. Y lo más duro para todos ellos era pensar que habían estado desarrollando el mejor balonmano del campeonato y no habían obtenido su premio.

Por la noche, tras la cena, Rivera arengó a sus hombres. Intentó buscar los aspectos positivos, si es que los había, y concluyó con un mensaje que les machacó: "Chicos, esto no es más que una piedra en el camino". Se lo dijo convencido, consciente de que la selección no va a perder la compostura, ni la calidad que atesora, por haber tenido un tropiezo. "Nuestro objetivo final son los Juegos. El trayecto es mucho más largo y ahora deberemos resolver la clasificación para Londres en un preolímpico que vamos a decidir en casa".

España organizará entre el 6 y el 8 de abril uno de los tres torneos preolímpicos, en los que deberá enfrentarse a tres rivales que se conocerán definitivamente después de la final del Europeo. Dos países se ganarán allí su plaza olímpica. El mensaje del técnico español fue claro y concreto. Sin embargo, insistió también en el hecho de que había que levantar el ánimo para irse de Serbia con la medalla de bronce, que disputará mañana ante Croacia. "Nos lo merecemos", les comentó a los jugadores. "Hemos estado jugando a un nivel altísimo, mucho mejor que el del año pasado en el Mundial de Suecia. Y marcharnos de aquí sin una medalla sería muy injusto".

La cena fue de pocas palabras. La gente apenas hablaba, las cabezas no paraban de dar vueltas a la misma idea, el fallo en el momento decisivo. Cada uno se consoló como pudo. "Afortunadamente, acababa de llegar mi pareja y nos juntamos con otros jugadores para airearnos un poco, dar un paseo y tomar algo", explicó Víctor Tomás. "Irnos directo a la habitación habría sido un infierno".

Tenían que dormir para relajarse y empezar a preparar el partido contra Croacia. "Ganar dos veces al mismo equipo es muy difícil", había insistido Rivera, recordando que España ya superó a Croacia en la segunda fase en un partido que se ganó en los últimos minutos. "Todos estos pensamientos cruzaban por nuestras cabezas cuando nos metimos en la cama", explicó Viran Morros, el baluarte defensivo de la selección. "No había manera de conciliar el sueño. Me dormí a las cuatro de la madrugada. Pero, al mismo tiempo, pensaba también que sería un golpe muy duro marcharnos de aquí sin una medalla. Y, en el fondo, antes de viajar a Serbia, habríamos firmado el bronce".

Por la mañana, los jugadores empezaron a esbozar alguna sonrisa. "En el desayuno ya hablábamos más. Todos sabemos que hay que remontar y que debemos ganar a Croacia. Lucharemos", agregó Morros. "Necesitamos a la gente muy entera y con ganas para que recupere el mejor tono", concluyó Rivera. "Trabajaremos solo aspectos mentales. A Croacia la conocemos de sobra".