"Cuando llegué aquí el Madrid no era ni cabeza de serie"

José Mourinho entrena a un equipo que es líder en la Liga con cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona. El técnico portugués se desgasta día sí y otro también repitiendo que todo va bien y que no hay ningún momento malo. Que él ahí está. Contento. Pero su cara, su tono de voz y sus respuestas en sala de prensa son el reflejo de una persona que no está disfrutando nada.

"No sé", contestó seco cuando le preguntaron si se quedará en el Madrid hasta conseguir ganar la Copa de Europa y derrotar al Barcelona. "No sé nada del tema", contestó cuando le preguntaron si cree que las filtraciones tienen como objetivo echarle del club. "No respondo", replicó cuando le preguntaron si mañana en el Camp Nou seguirá el mismo planteamiento que en la ida. "No voy a contestar", respondió cuando le preguntaron si mañana habrá muchos cambios respecto al once que jugó el domingo contra el Athletic de Bilbao (4-1). También le cuestionaron si, vista la fractura que hay en el vestuario, tiene la sensación de no haber conseguido ser un buen gestor del grupo como lo fue en el Oporto, en el Chelsea y en el Inter. "Yo no provoco clanes", espetó.

Cuando llegó a Madrid, José Mourinho se trajo a todo su equipo de colaboradores portugueses -Silvino Louro, Rui Faria y José Morais, además de a un jefe de prensa personal, Eladio Paramés, que critica a través de Twitter a todo aquel que critique a Mou, ya sea un medio de comunicación, un entrenador, ex entrenador o ex futbolista. José Mourinho, además, es representado por Jorge Mendes que a su vez representa (además de Cristiano y Pepe, que ya estaban en el Madrid cuando llegó el técnico) a Carvalho, Di María y Coentrão. Por este último, el presidente Florentino Pérez ha pagado 30 millones de euros. El primer canterano que debutó este año con el Madrid ha sido un portugués: Pedro Mendes, que también tiene a Jorge Mendes como representante. El central, que no era titular con el Castilla, jugó el campo del Ajax un partido de Champions. Hubo otro canterano convocado para el duelo, Jesé, que se quedó en el banquillo.

Mourinho dice que no provoca clanes. Ni contesta sobre si ha dejado de ser un buen gestor. Pero sí que se detuvo, sin embargo, en enumerar todos los récords que ha conseguido desde que está en el banquillo del Real Madrid. "Yo no pedí ser entrenador del Madrid, el Madrid es el que me vino a buscar", dijo el domingo. Y hoy sacó pecho de lo conseguido hasta ahora. "Igual podíamos tener algún punto más de ventaja... son cinco los puntos que tenemos sobre el equipo del que todos dicen y piensan que es el mejor del mundo", dijo sarcástico. "Será porque no estamos haciendo las cosas tan mal y no estamos teniendo todos los problemas que la gente dice que tenemos", continuó.

"Cuando llegamos aquí [se refiere a él y a sus colaboradores] el club tenía la tradición de ser eliminado en Copa por equipos de divisiones inferiores. Nosotros la ganamos y ahora estamos en cuartos contra el campeón de España y de Europa", analizó el técnico portugués. "Cuando llegamos aquí el Madrid no era ni cabeza de serie en Champions League y ahora tenemos el récord de seis partidos y seis victorias [se refiere a la liguilla] y tenemos estatuto de cabezas de serie. Y somos líderes en la Liga. No me parece que estemos haciendo las cosas tan mal como parece".

El Madrid es líder de la Liga y continúa en la Champions con pie firme, pero el técnico no parece disfrutarlo. Ahora, el Camp Nou le pone a prueba de nuevo.