El Lagun Aro enmudece Miribilla

El Lagun Aro logró ayer, tras muchos años de sequía y un arranque de temporada desalentador, su parcela de reconocimiento, su victoria gloriosa, un espacio en la historia. Los de Sito Alonso derrotaron con autoridad al Gescrap Bizkaia en una prórroga intensa y cruel que despojó a los bilbaínos de opciones de cara a disputar la Copa del Rey. En cambio los guipuzcoanos, que enlazaron su quinta victoria consecutiva, pisan firme ahora por la senda del éxito en la ACB, cultivan un futuro prometedor. A los de Fotis Katsikaris les que queda pelear la Euroliga y hacerse un hueco en la Final Four. Tampoco es mal plan.

Los vizcaínos empezaron como prometieron: con la quinta marcha puesta y una defensa difícil de superar. Kostas Vasileiadis, que tenía el día centrado, se encargó de anotar los seis primeros puntos ante la parálisis guipuzcoana, agudizada por la excelente guía que tenía el Gescrap en Jacson. No obstante, el Lagun Aro sacó su picaresca, la de las grandes ocasiones, y puso a trabajar al peligroso Andy Panko y al habilidoso Sergi Vidal. El equipo de Sito Alonso agudizó sus maniobras para acercarse más y mejor al enemigo y llegó a ponerse por delante en el marcador el final del primer cuarto. No solo en el marcador, sino también en calidad ofensiva y astucia defensiva.

Fotis Katsikaris probó en sustituir a Jackson por Raúl López y la idea le salió redonda. Comodísimo desde la línea de triple, el base abrió una tanda de triples junto a Grimau, que respondieron Javi Salgado y Sergi Vidal. El Bizkaia avanzaba, pero no amarraba el resultado y eso le dificultó el camino antes del descanso.

Otro error fue dejar a Jimmy Baron campar a sus anchas (encestó un triple desde mitad de la cancha que dejó boquiabierta a ambas aficiones). Tampoco gestionaron bien los vizcaínos las faltas, pero sobre tyodo, no tuvieron las ideas claras. Tras aventajar en ocho puntos a los de Katsikaris, el Lagun Aro perdió algo de fuelle por la inteligente actuación de Banic y terminaron el segundo cuarto con un 40-42. Había esperanza.

Superó el Lagun Aro sus problemas de juego interior pese a que Betts jugaba solo a medio gas. El Bizkaia, por su parte, empezó a ver imposible organizar contraataques en condiciones y dejó que Panko metiera canastas sencillas sin apenas oposición. Los de Katsikaris repitieron una y otra vez la misma estrategia, que se reveló imperativa: Rotar el balón y probar desde la línea exterior. Raúl López, un base casi perfecto, que bordó su partido ayer, contribuyó a paliar daños con sus triples y su ambición, pero Sergi Vidal fue más listo, y, sobre todo, estuvo menos vigilado.

El Bizkaia cogió menos rebotes de los que acostumbra y se metió en la boca del lobo. Salgado recuperó el pulso desde la línea exterior y se alió con Panko para no perder ninguna opción. Dos tiros libres de Banic tras un triple de Vidal dejaron el marcador en 78-78 e invitaron a la prórroga. Fue lo peor que le pudo pasar al Bizkaia, inmerso en una crisis nerviosa durante los últimos cinco minutos de partido.

No hubo espacio para la esperanza. Los de Katsikaris no se cerraron bien y el Lagun Aro buscó su merecido hueco entre los mejores de la Liga.