Premio al atrevimiento del Alcorcón

Atrevido y sin complejos, convencido de su filosofía, el Alcorcón sacó tajada del primer envite en un duelo de aspirantes a clasificarse por primera vez para los cuartos de final de la Copa. El conjunto de Segunda se sintió más de Primera ante un Levante calculador, reservando fuerzas para la Liga, pensando que incluso una derrota mínima será remontable. Navas, portero costarricense del Levante, propició la ventaja local con un fallo al inicio del segundo tiempo, pero también evitó males mayores, señal de que el cuadro de Anquela quería sentenciar.

El Alcorcón llevó la iniciativa gracias a su buen manejo del balón, además de a la querencia del Levante por esperar y salir a la contra. Afeitados ambos de titulares, al conjunto granota lo metió en el partido Higón, veloz y hábil extremo procedente de la cantera que se internó por la izquierda en la jugada del empate de Pallardó, afortunado tras un rebote. Ya decisivo en la eliminatoria ante el Deportivo, Higón corresponde a la confianza de JIM y se le abre el horizonte para ser importante en la segunda vuelta tras la lesión de Juanlu. Previamente, Borja había colocado en la escuadra uno de esos goles soñados: trallazo a bote pronto desde la frontal del área tras una dejada con la cabeza hacia atrás de Oriol Riera.

La segunda parte arrancó con un error clamoroso de Navas. El disparo de falta de Mora, muy flojo, salió escupido de su cuerpo y el intento de despeje de Del Horno golpeó en el cuerpo de Nagore en dirección al gol. JIM, el técnico del Levante, recurrió a Barkero para volver a equilibrar el encuentro. El donostiarra entró con mal pie y su intento de pase se convirtió en un servicio perfecto para el Alcorcón. La carrera en solitario de Oriol Riera mantuvo en suspense unos segundos al estadio. Pero el delantero se durmió en el regate largo y Navas le arrebató la pelota.

El Levante no conseguía hilar el juego mientras el Alcorcón actuaba con un punto de excitación que le hacía vencer en la mayoría de los duelos individuales. Hasta el punto de que, al ganar la posición Borja a Del Horno en el rincón izquierdo del área, el lateral golpeó en el pie del mediocampista. Penalti de libro ignorado tanto por el asistente, que estaba cerca, como por el árbitro.

Cuando JIM añadió munición al ataque levantinista con Koné, El Zhar encaró a Raúl Moreno, pero disparó a las piernas del portero local. Miguélez le había dado más pimienta al centro del campo del Alcorcón, espacio donde el equipo de Anquela había sido superior de principio a fin. A base de caños, cintas y ruletas varias, Miguélez se puso en el bolsillo al Santo Domingo y a punto estuvo de ampliar la ventaja de no haber sido por la respuesta de Navas. Volcado el Alcorcón, el Levante sacó una contra con muchos efectivos. El centro-chut de Barkero, desviado por Raúl Moreno, era un regalo a la zurda de El Zhar, que pifió un remate muy claro.

Para la vuelta, en el Ciutat de València, el Levante recurrirá a lo mejor que tenga, especialmente necesitada la vuelta del capitán Ballesteros, alma de un equipo que ante el Alcorcón jugó sin brújula ni personalidad.