La Liga más bella para Boca Juniors
El club xeneize conquista el torneo Apertura cuando su gran rival, River Plate, está en Segunda
Pocas Ligas disfrutarán los hinchas del Boca Juniors como la que han ganado este domingo en el torneo Apertura. El club más popular de Argentina logró su vigésimocuarto título local, invicto, y al mismo tiempo en que su archirrival, el River Plate, pena por la Segunda División (Nacional B, como se llama en Argentina) por primera vez en su historia. Es como si el Madrid ganara la Liga con el Barcelona peleando por volver a Primera, o al revés.
Peor fin de año no podían haber tenido los millonarios de Buenos Aires. Los xeneixes ganaron el torneo Apertura de la temporada 2011/2012 cuando aún faltan dos jornadas por disputarse. Con la estrella de Juan Román Riquelme, de 33 años, que no jugó todos los partidos porque sufre periódicas lesiones, el equipo que dirige el defensivo entrenador Julio Falcioni ganó 11 partidos y empató seis. Se consagró campeón después de que venciera el domingo 3-0 a Banfield, con dos goles de Dario Cvitanich y otro de Diego Rivero.
El Boca quebró con esta victoria una racha de cinco Ligas argentinas que quedaban en manos de clubes modestos. Otra vez un club grande vuelve a dar la vuelta olímpica. Boca había ganado su último torneo en 2008. El Racing marcha segundo, el Independiente navega por la mitad de la tabla, mientras que el San Lorenzo está de momento en zona de promoción, es decir, con el riesgo de correr en 2012 la misma suerte que el River este año.
La diferencia del Boca sobre el resto de los equipos fue abismal e histórica para estas Ligas cortas que inventó Argentina en 1992. Eso sí, el equipo nunca brilló demasiado por su ataque. Convirtió 22 goles en 17 partidos y le marcaron solo cuatro. Lleva 27 partidos invicto. Destacaron el portero Agustín Orión y los defensas Rolando Schiavi, exjugador del Hércules de 38 años, y el internacional albiceleste Clemente Rodríguez, que había militado en el Espanyol. Arriba, los goleadores fueron Nicolás Blandi, de 21 años, y Cvitanich, con cuatro tantos cada uno, aunque también tuvo sus buenos partidos Lucas Viatri, el joven que en 2008 permaneció preso casi un mes por un asalto a mano armada y que no ha podido emigrar en 2009 al fútbol europeo porque un tribunal determinó que debía cumplir dos años y medio de trabajo comunitario, además de resarcir a la víctima.
A Riquelme no le importan las críticas al juego mezquino del Boca. "Yo veo que Boca es el mejor. Si Boca juega mal, hay que preocuparse por los demás. Boca puede gustar más o menos, puede jugar más lindo o más feo, pero algo mejor que el resto hizo", respondió el exjugador del Barcelona y el Villarreal al periódico Clarín.
El River tampoco juega bonito en el Nacional B, pero le alcanza para estar segundo en la tabla, dos puntos por detrás del Instituto, de Córdoba, y a la par del Rosario Central. El club con más Ligas del fútbol argentino (33 en total) perdió su condición de invicto con el Aldosivi en Mar del Plata, después cayó en un segundo partido, en casa, con el Atlético Tucumán y el sábado sufrió la derrota más humillante para sus hinchas: cayó 1-0 contra el 'primo' pobre del Boca Juniors, el Boca Unidos, un club de Corrientes (noreste de Argentina) que nunca había conseguido una victoria semejante. De todos modos, con el segundo puesto ascendería de forma directa a la categoría en la que reina el xeneixe.
El Corinthians, campeón en Brasil
El Corinthians se proclamó campeón del fútbol brasileño por quinta vez en su historia al empatar a cero ante el Palmeiras en la última jornada del torneo, en la que solo le amenazaba el Vasco da Gama, que no pudo ganar al Flamengo (1-1).
La coronación del Corinthians tuvo un cierto sabor amargo por el fallecimiento del exfutbolista Sócrates, uno de los más queridos ídolos del club, a quien se le rindió homenaje en todos los estadios del país. Como contrapartida, la quinta corona llegó en un partido frente al Palmeiras, el más tradicional rival del nuevo campeón, que festejó no solo el título sino también la oportunidad de alcanzarlo ante su más enconado adversario.
