El Inter también pierde el alma
Los 'neroazzurri', lentos, sin juego y sin recambio generacional, suman 14 puntos de 36
El Inter no tiene ni alma. Es un equipo perdido, sin rumbo, sin un plan, sin ideas, sin recambio. Ha perdido hasta las ganas de luchar, cuarto por la cola, por más que contabilice un partido menos. La derrota en casa contra el Udinese (la sexta de la temporada tras 12 partidos disputados) dejó varias imágenes que reflejan la situación grotesca que vive el equipo de Ranieri. El capitán Javier Zanetti terminó expulsado por primera vez en Liga en sus 16 años como nerazzurro. Pazzini, aquel chico goleador y sonriente, no marca desde el 24 de septiembre y anoche se escurrió mientras lanzaba un penalti en el minuto 90. La pelota acabó casi en el tercer anfiteatro. Ricky Álvarez, el único que aporta fútbol al equipo, fue sustituido al final de la primera parte para dejar hueco a Nagatomo. Sneijder está desaparecido por la enésima lesión muscular y en el club empiezan a preocuparse por la vida que lleva fuera del fútbol. Lucio y Maicon están en la enfermería y Eto'o, en Rusia.
No hay gol. No hay equipo. No hay referencias. La única que queda, como no, es la de Javier Zanetti, que anoche acabó yéndose a los vestuarios antes de tiempo. "Jugamos mal", resume Sandro Mazzola, histórico jugador del Inter. "Hay un grupo de jugadores que ha tirado del carro durante demasiado tiempo, como Zanetti, Cambiasso, Stankovic. Están cansados y los jóvenes no están preparados todavía, no tienen personalidad", analiza. "Ahora, además, les ha entrado el miedo, juegan más tensos y eso te crea más dificultades, te desgastas más", reflexiona Mario Corso, otro histórico. "Hay un claro problema de condición física", añade.
Los veteranos miran preocupados al Inter porque aunque tengan claro que ha empezado una época de transición, no se atreven a decir cuándo terminará. "Esto no se puede cambiar todo golpe, hay que ir por grados", añade Mazzola.
Mientras tanto, el líder Juventus está a 15 puntos, después de noquear al Cesena (2-0). El Inter, con un partido menos, ha anotado tan solo 14 goles (la mitad de los que ha marcado el Milan, por ejemplo), suma 14 de los 36 puntos disponibles y para encontrar un registro peor hay que remontarse a la temporada 1946-47. Moratti, el dueño del club, bajó ayer a los vestuarios y se reunió hasta pasada la medianoche con el entrenador y el director deportivo. Las palabras de Ranieri al final del partido contra el Udinese (0-1) son una prueba más de que el Inter se ha quedado sin nada.
Cree el técnico, que sustituyó a Gasperini en la jornada cuatro, que el equipo solo necesita un filón de victorias para recuperar la moral. "¿Los delanteros no marcan goles? Son momentos", dijo ayer. El momento, en realidad, dura desde el inicio del campeonato; solo cinco de las 14 dianas son obra de los atacantes. Desde el pasado mes de septiembre -Milito contra el Bolonia- no marca un punta. Repite siempre lo mismo Ranieri: "No tenemos que llorar, sino seguir trabajando". Pero por primera vez, ayer, con un San Siro medio vacío y los hinchas del Udinese cantando "A Segunda, a Segunda", el entrenador dejó entrever que el equipo se ha quedado sin alma. "Ahora hay que callarse, trabajar, y dejar que los demás hagan su campeonato. Yo tengo confianza, pero tenemos que creer en algo...", comentó.
La semana que viene el Inter, primero de grupo en la Champions, conocerá su rival para octavos de final. La liga ya está perdida. Sneijder no volverá hasta dentro de dos semanas y Moratti lleva días desmintiendo que quiera dejar el club. Difícil "creer en algo".
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