Negredo pesca el botín
El Sevilla vence al Zaragoza gracias al ímpetu del punta
El Sevilla llegaba seco a orillas del Ebro y pescó tres puntos reconstituyentes. Su última victoria databa de hace más de un mes, cuando se impuso por la mínima al Sporting en el Sánchez Pizjuán. La racha negativa se acentuaba teniendo en cuenta que los de Marcelino habían empatado los cinco partidos jugados fuera y los cuatro últimos habían acabado con un escuálido empate a cero. Pero en La Romareda el cuadro sevillista adecentó su expediente abrazado al ímpetu de Negredo.
Voraz, el delantero firmó un decidido arranque con un par de ocasiones en la puesta en escena de los visitantes en apenas 10 minutos. Pletórico de confianza ante las facilidades que le ofrecían los centrales del Zaragoza, no desistió en su empeño y poco después volvió a descoser a la defensa rival. Retó en velocidad a Mateos, le superó con holgura y el canterano madridista se lanzó a sus pies cometiendo un clamoroso penalti. Él mismo completó la misión y transformó la pena máxima ante Roberto.
ZARAGOZA, 0 - SEVILLA, 1
Zaragoza: Roberto; Juárez (Barrera, min.77), Lanzaro, Mateos, Paredes; Ponzio, Meira (Rubén Micael, min.46); Lafita, Luis García (Ortí, min.70), Juan Carlos; y Postiga.
Sevilla: Javi Varas; Coke, Spahic, Fazio, Fernando Navarro; Jesús Navas, Medel, Rakitic (Campaña, min.88), Perotti; Trochowski (Armenteros, min.81) y Negredo (Manu del Moral, min.57).
Goles: 0-1. Min.23, Negredo de penalti.
Árbitro: Pérez Lasa. Expulsó con tarjeta roja directa al local Juan Carlos en el minuto 90. Amonestó con cartulina amarilla por el Real Zaragoza a Mateos, Paredes, Luis García y Lanzaro, Juárez y por el Sevilla a Trochowski y Armenteros.
22.000 espectadores en el estadio de La Romareda.
Aturdido ante la incontenible embestida de Negredo, el Zaragoza era incapaz de encontrar soluciones que le acercaran a la portería contraria. El punta era principio y fin de todo lo que sucedía en el tapete. Y, en su afán acaparador, también protagonizó la ocasión más clara de los de Javier Aguirre cuando desvió contra su portería una falta ejecutada por Lafita para sofocón de Javi Varas.
Apelando al carácter, el Zaragoza buscó recomponer la figura tras el descanso. Sin trazo pero con brío, el conjunto aragonés se adueñó de la zona medular y tomó vuelo cuando su principal amenaza enfiló renqueante el camino de la enfermería Negredo se retiró con problemas musculares y entregó el testigo a Manu del Moral que no igualó ni de lejos sus prestaciones.
Juan Carlos afiló entonces la apuesta local y Ponzio y Lafita tensaron las cuerdas, pero Postiga no enseñó los dientes. Temeroso de perder el botín, el Sevilla se acurrucó junto su área pequeña dejando a Navas como un aventurero solitario encargado de dormir el duelo a base de caracoleos. El quiero y no puedo zaragocista envió los tres puntos rumbo al Guadalquivir.
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