Íñigo Martínez revienta Heliópolis
Un zurdazo desde su campo del central de la Real, que ya marcó así al Athletic, salva a Montanier en el minuto 92 y mete en muchos apuros al Betis
En un final de infarto, una obra de arte de Íñigo Martínez en el minuto 92 propició el triunfo de la Real Sociedad ante un Betis que fue capaz de igualar un 0-2 en contra con todo perdido. El golazo de Íñigo Martínez, que reventó Heliópolis con un zurdazo desde su propio campo, no es el primero que anota de esta forma el central del conjunto donostiarra. Ya en el clásico vasco, en Anoeta, el defensa anotó otro tanto de la misma manera, de un disparo tan lejano como preciso. Entonces, el gol no le sirvió de mucho a su equipo (ganó el Athletic por 1-2). En Sevilla, valió un triunfo cuando la Real daba por bueno el empate y el Betis, lleno de emoción, desbocado, no supo entender la valía de la igualada. Cayó por el pelotazo sublime de Íñigo Martínez, pero también por su obsesión de morir en el área de la Real, con cuatro delanteros, sin saborear lo importante que hubiera sido un punto. El golazo fue el punto y final a un partido enloquecido, de dominio alterno, donde el orden de la Real pudo más que este Betis sin control, sin freno, que ha entrado en barrena. Respira la Real y golpe durísimo para el Betis.
Betis, 2 - Real Sociedad, 3
Betis: Casto; Chica (Molina, m. 78), Ustaritz, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat (Ezequiel, m. 58), Salva Sevilla; Rubén Castro, Santa Cruz y Pozuelo (Pereira, m. 67). No utilizados: Fabricio; Isidoro, Cañas y Matilla.
Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Mikel González, Íñigo Martínez, Estrada; Elustondo (Demidov, m. 72), Aranburu; Vela, Zurutuza (Pardo, m. 81), Griezmann; y Agirretxe. No utilizados: Zubikarai; Ansotegi, Rubén Pardo, Mariga, Sarpong y Llorente.
Goles: 0-1. M. 55. Agirretxe. 0-2. M. 75. Vela. 1-2. M. 80. Pereira. 2-2. M. 85. Pereira. 2-3. M. 92. Íñigo Martínez.
Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Casto, Dorado, Mikel González, Griezmann e Iriney.
36. 315 espectadores en el Benito Villamarín.
Muntanier, técnico del Real, ha dejado muy tocado, casi de muerte, a Pepe Mel, al que se le ha caído un equipo andaluz bloqueado, sin gol, un flan en defensa y que ha acumula nueve partidos sin ganar, con ocho derrotas y un empate. No resulta una casualidad que Betis y Real Sociedad acumulen las dos peores rachas de resultados de la Liga. El conjunto andaluz, tierno atrás y con problemas a la hora de la definición, no quiso renunciar a su estilo valiente, de posesión de balón y presión adelantada, ante una Real que desde muy pronto se sintió cómoda en la soleada mañana sevillana. Sin pasar apuros detrás y con dos excelentes jugadores por banda, Vela y Griezmann, el conjunto realista sufrió menos de lo previsto ante el Betis. En ningún momento dio sensación de ser un grupo muerto, aunque, como todos los rivales en la pelea en la zona media y baja de la tabla, presenta evidentes problemas de cara a la portería contraria.
El Betis de Mel, técnico idolatrado por la grada, juega a impulsos, de manera espasmódica, y lo mismo cede un remate en el área a Elustondo, en el minuto cuatro, que resuelve muy bien Casto, que se lanza al zafarrancho de combate durante 10 minutos seguidos, en los que el joven Pozuelo estuvo muy cerca de hacer gol para romper la terrible racha de cinco partidos sin anotar que maniataba a los andaluces. En el cruce de disparos pudo pescar la Real. Griezmann, una bala ante el lento Chica, se quedó solo ante Casto, que no tuvo más remedio que hacerle penalti. En esta ocasión, a diferencia de lo ocurrido en el Santiago Bernabéu con Courtois, Álvarez Izquierdo no expulsó al meta bético. Griezmann cogió el balón y tardó una eternidad en disparar a puerta. El extremo lanzó muy mal el penalti, fuera de los tres palos, y el Betis respiró.
De repente, entró en trance. Se disparó gracias a la velocidad de Pozuelo y el criterio de Beñat para jugar los mejores minutos de la primera parte. Por momentos, recordó al equipo que sorprendió al inicio de la competición, pero, como ya suele ser costumbre, no vio puerta. Todo lo que producía en el centro del campo, en un arrebato de fe y calidad, moría en el área de Bravo. Rubén no llegó por milímetros a un medido centro de Pozuelo y el propio Bravo sacó un remate de Salva Sevilla.
La Real, a pesar de sus limitaciones, olió el miedo del Betis. Griezmann, en dos ocasiones, estuvo a punto de marcar y fue a la salida de un saque de esquina muy bien lanzado por Vela cuando Agirretxe se alzó poderoso para hacer gol. El Betis entró en momentos de pánico y la Real tuvo la oportunidad de sentenciar el encuentro. Un remate al larguero acabó por desquiciar al Betis, un manojo de nervios, hundido en sus contradicciones, con un entrenador que no encuentra soluciones y un grupo bloqueado por una inercia negativa. La puntilla, ese golazo de Íñigo que da vida a su Real y cercenó las aspiraciones del Betis.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.