"Debemos dejar el toque y ser más directos"
La puesta en escena del Villarreal en las últimas temporadas siempre ha resultado sugerente y su fútbol seducía por su compromiso estético, no exento de pragmatismo. En estos momentos, el conjunto de Juan Carlos Garrido (Valencia; 1969) ha dejado de lado las formas. "Debemos adaptarnos a los jugadores que tenemos", explica el entrenador del conjunto castellonense, que se refugia en las lesiones de varios de sus futbolistas importantes para justificar el giro que ha tomado su equipo en las últimas jornadas. Sin ir más lejos, el pasado sábado, ante el Betis (1-0), el Villarreal tuvo un 37% de posesión, algo escasamente visto en El Madrigal en la última década. Hoy se enfrenta ante el Bayern de Múnich en el Allianz Arena (20.45. GolT), mermado de efectivos y con escasas posibilidades. "Debemos disfrutar de la experiencia", apunta Garrido, convencido de que el Villarreal irá a más.
Pregunta. ¿Cómo definiría el primer tercio de temporada?
Respuesta. Dura y difícil. Empezamos con un calendario muy duro, ante el Barça en la Liga y el Bayern de Múnich en la Champions. Eso no es fácil. También hemos jugado ya contra el Madrid. Todo ello, mezclado con las lesiones, no nos ha permitido competir a nuestro máximo nivel.
P. ¿Piensa que la planificación del equipo ha sido la idónea?
R. Cualquier planificación que se haga, si uno deja de tener durante un mes y medio a siete de sus jugadores titulares... ¿qué podemos analizar? El no tener a Nilmar, Rossi, Senna, Cani...., prácticamente todos al mismo tiempo, además de que Gonzalo venía de una larga lesión de la temporada pasada. Cualquier plantilla del mundo se resentiría sin tantos de sus titulares.
P. ¿Cómo influye la ausencia de Cazorla?
R. Llevamos demasiado tiempo hablando de eso y debemos centrarnos en hablar del presente. Tenemos estos jugadores y son con los que hay que jugar. Se dice que ahora somos más defensivos, que tenemos otro estilo. Estamos trabajando en base a los jugadores que tenemos para ser lo más eficaces posibles. La ausencia de unos resulta la base para que salgan otros jugadores que asuman responsabilidad y que demuestren que tienen nivel como, por ejemplo, Hernán Pérez, que ha demostrado capacidad y que se ha unido a otros futbolistas importantes como Borja Valero, Bruno...
P. La venta de Cazorla, en cualquier caso, se justificó por la necesidad económica del club. Sin embargo, de los 19 millones recaudados, 17 se invirtieron en tres fichajes que, hasta la fecha, no parecen haber mejorado al Villarreal. ¿Lo cree así?
R. Es cierto que los que han llegado todavía no han dado el nivel. Sin embargo, hemos conseguido a cambio tres jugadores en tres posiciones diferentes. Zapata, De Guzmán y Camuñas necesitan tiempo y darán buen rendimiento al equipo y más alternativas. Es cierto que la marcha de Cazorla no agrada a nadie. Pero el club es coherente con la situación económica y todos los profesionales deben cobrar al día. Con la postura tomada por el Villarreal, a la larga saldrá beneficiado.
P. ¿De quién es la responsabilidad de las incorporaciones?
R. De los dirigentes y el entrenador. Yo estaba de acuerdo con la llegada de César, Camuñas, De Guzmán y Zapata. Ahora, además, con la baja de Rossi, puede ser que hagamos otra incorporación. Es público que se habló de Uche -fichado por el Villarreal por tres millones de euros al Zaragoza y cedido al Granada- y de Adrián (Atlético de Madrid), pero yo estoy centrado en sacar el máximo rendimiento de los jugadores que dispongo. Los grandes refuerzos serán recuperar a Nilmar, Senna, Cani, Zapata y Camuñas.
P. ¿Las ausencias influyen en la desnaturalización del juego del Villarreal, que antes era de toque y ahora se prima el resultado sobre las formas?
R. Hemos perdido a mucha gente arriba, lo que nos obliga a jugar con futbolistas de corte más defensivo. Marchena o Joan Oriol, defensas, están ejerciendo de centrocampistas. Debemos ser capaces de adaptarnos a las circunstancias y tener el espíritu para superar la situación.
P. Desde el comienzo de la temporada, a pesar de que es cierto de que las lesiones de jugadores importantes han mermado el potencial del equipo, los malos resultados, casi siempre han ido acompañados de justificaciones, al igual que hace en esta entrevista.
R. Es que si han pasado cosas, tengo que contarlas. Tengo argumentos.
P. ¿Y hay autocrítica en el club o en usted mismo?
R. Totalmente. Pero no voy a decir públicamente lo que hablamos o les digo a los jugadores. Pero sí hay autocrítica y el punto más álgido, independientemente de las bajas, fue contra el Levante. Con la derrota (0-3), nos dimos cuenta de que tenemos que ser mucho más agresivos, estar mucho más concentrados y trabajar defensivamente estando más juntos.
P. ¿Menos alegría?
R. Si no nos vale solo con ser un equipo de toque y de elaboración, debemos de agregarle mucho más trabajo defensivo. El partido del Levante nos hizo despertar muchas actitudes.
P. Entonces, ¿recuperará el Villarreal su estilo de siempre?
R. Teniendo a todos los jugadores al 100%, jugaremos el mejor juego que puedan hacer esos futbolistas. Estando todos, recuperaremos el estilo de elaboración. Ahora, nos adaptamos a lo que tenemos y debemos hacer un fútbol más directo.
P. ¿Por qué la afición es tan crítica con usted?
R. Cualquier afición lo que quiere es que su equipo gane y demuestra su descontento por no ganar.
P. ¿Influye su carácter en la mala percepción que se tiene de usted?
R. Me parece una cuestión absurda. Hay mucho componente de pasión en el fútbol y lo que se tienen que ver son los resultados. Yo me preocupo de trabajar. De todos modos, cualquier entrenador ha sufrido críticas y momentos desagradables en el fútbol y lo único que puedes hacer es superarlos y trabajar más. Eso te hace más fuerte.
P. ¿Cómo es su relación con los jugadores?
R. La normal. Una mezcla de respeto y confianza.
P. ¿Y con el club?
R. Lo mismo. Una buena relación y, hasta la fecha, una relación de confianza, si bien es cierto que esta se gana con los resultados.
P. ¿Ante el Bayern tienen alguna posibilidad o seguir en Europa es ya secundario?
R. Estamos eliminados de la Champions y nos quedan dos partidos y tenemos que disfrutarlos. En Múnich, en uno de los mejores estadios del mundo, ante uno de los mejores equipos del mundo, los que jueguen el partido tienen que vivirlo como algo muy importante en sus vidas y lo deben vivir muy intensamente. Luego, ante el Nápoles, debemos despedirnos con orgullo y demostrar que tenemos mucho más nivel del que hemos demostrado en estos partidos.
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