El Cajasol asfixia al Bizkaia

Los tres grandes jugadores del Cajasol, Luka Bogdanovic, Paul Davis y Txemi Urtasun, que ayer sumaron nada menos que 53 puntos hicieron la vida imposible al Gescrap Bizkaia, que se quedó poco a poco sin aliento en un partido arduo física y psicológicamente.

Pese a que Katsikaris dijo tener mucho más temor a Urtasun, Bogdanovic y English que a Paul Davis, fue este el que complicó la vida al equipo durante el primer cuarto. Se anotó él solo los seis primeros puntos y quien más contribuyó a que la defensa del Cajasol se endureciera por momentos. Pese a ello, los bilbaínos no tuvieron unas dificultades especiales para ir por delante, y a una distancia razonable además.

Los de Joan Plaza, rivales directos del Gescrap, se afanaron en dilapidar la renovada moral del Bizkaia tras la victoria ante el Caja Laboral en la Euroliga, pero el ataque bilbaíno fue rápido y cortante, imposible de frenar en algunos lances.

Bogdanovic, Davis y Urtasun se repartieron 53 de los puntos que logró el Cajasol

El peligro y el sufrimiento llegaron en el segundo cuarto, cuando un agresivo Urtasun prácticamente igualó el marcador a veinte puntos. Bogdanovic, muy difícil de defender, se movió a sus anchas desde la línea exterior, aunque, entre apreturas, el Bizkaia supo sacar la cabeza tras el descanso.

Grimau puso un poco de cordura y dejó las cosas en tablas (31-31) hasta que un verdadero festival de triples entre Bogdanovic, Urtasun, Mumbrú y Vasileiadis se resolvió a favor de los bilbaínos después de que el Cajasol tonteara con cierta ventaja.

A partir de ahí, el Bizkaia, liderado por Jackson, remontó y se alejó imprimiendo velocidad a las jugadas. Kostas Vasileiadis brilló desde la línea exterior durante todo el encuentro. Pese a todo, el Cajasol no dejó de trabajar y, poco a poco, se fue acercando a los bilbaínos, que se desmadejaron a mitad del último cuarto. Los grandes jugadores del equipo hispalense, sobre todo Urtasun y Bogdanovic, se mantuvieron impasibles ante los obstáculos que ponía el Bizkaia.

Un triple de Mumbrú devolvió la esperanza a los bilbaínos a treinta segundos del final, pero el Cajasol supo defender sus puntos de ventaja con uñas y dientes.