El Unicaja ataca a placer

Poco, un cuarto, le duró la mecha al KK Zagreb en el Martín Carpena. Durante ese tiempo, Mario Kasun mostró su vertiente de pívot dominador, imponiéndose a Zoric y acabando el primer periodo con nueve puntos, por los dos del líder del Unicaja, Joel Freeland. Pero tras esos 10 minutos de espejismo, en los que el equipo croata llegó a ponerse 11 arriba en el marcador, el conjunto malagueño pareció darse cuenta de que podría imponer su superioridad sin encontrar mucha oposición por parte de su rival. Así fue.

En la defensa del Zagreb, la segunda peor de la Euroliga con 88,6 puntos recibidos de promedio en los tres primeros partidos, empezaron a aflorar las autopistas. Earl Rowland, duda antes del choque, las aprovechaba hacia dentro con sus penetraciones, y Jorge Garbajosa le imitaba por fuera, con sus triples, poniendo un parcial de 14-0 de salida en el segundo periodo, tras cinco minutos de sequía anotadora croata. También aprovechó el momento el canterano Alejandro Abrines, MVP y oro con España en el último europeo sub 18, que debutó en la Euroliga y apenas tardó unos instantes en estrenarse con un triple, ante una defensa prácticamente inexistente, que permitió al Unicaja anotar 30 puntos en el segundo parcial.

La pasividad croata permitía jugar cómodo al equipo español, que jugaba sin forzar el motor, sabedor de que cualquier pequeño acelerón descosería al KK Zagreb. Aquí resolvía un uno contra uno Freeland, allí aprovechaba Zoric una continuación para anotar hacia abajo. Mientras, pese a su permisividad, los croatas iban acumulando faltas. No había terminado el tercer cuarto y May ya había sido expulsado, a la par que Kasun y Simon se cargaban con cuatro personales.

El último acto dejó como metáfora del partido una jugada en la que a Sinanovic, una mole de 221 centímetros, le dio tiempo de sobra para agacharse y recoger un balón que se había dejado botando en la zona rival, sin que nadie se molestara en incomodarle. En el trámite final hacia su tercera victoria, el Unicaja tal vez debió buscar una mayor diferencia en el marcador de cara al futuro, en una noche tranquila ante un conjunto que cuenta por amplias derrotas sus cuatro jornadas de Euroliga.