Pocius estira y Mirotic machaca

Una pequeña subida de revoluciones, un gran tercer cuarto de Pocius y unos destellos del talento de Mirotic en la conclusión, le bastaron al Real Madrid para deshacerse del Cajasol y continuar en el grupo de cabeza de la Liga Endesa, junto a Barcelona, Unicaja y Lucentum. Como si la cerrada ovación a Plaza con la que el Palacio de los Deportes recibió a su antiguo entrenador fuera un somnífero, al Madrid le costó entrar en el partido. Justo lo contrario que le sucedió al cañonero Carl English, una de las principales bazas del Cajasol, del que no se volvieron a tener noticias tras comenzar enchufado, anotando 10 de los primeros 13 puntos del equipo.

Incómodos en el ataque a media pista, ambos equipos decidieron correr en cuanto pudieron. Sin embargo, las prisas tampoco parecieron ser buenas consejeras y los dos conjuntos acumularon fallos bajo el aro y pérdidas en la primera mitad del encuentro. "No hacen ni sistemas, ni tienen que hacer pases. Se van en uno contra uno. ¿Va alguien a bajar el culo o vais a esperar a que pase lo de todos los días?", se desesperaba en un tiempo muerto del segundo cuarto el entrenador madridista, Pablo Laso, que veía cómo su equipo volvía a dar facilidades atrás. Los blancos parecieron reaccionar a la arenga y se endurecieron tras el descanso, ayudados también por la falta de acierto sevillana en los tiros librados y en las segundas opciones, que les tuvo más de cuatro minutos sin ver aro.

Pocius entró entonces en escena y aprovechó para poner los cimientos de la victoria blanca. El alerto lituano se entendió en ataque con Sergio Rodríguez, más feliz con el balón en las manos que pasando bloqueos, y con sus cortes troceó la defensa de los de Plaza, con once puntos en el tercer acto. Mientras, el Cajasol, huérfano de Carl English, solo encontraba socorro en la línea de tiros libres, que le permitía seguir en un partido en el reinaba el desacierto exterior (7 /23 en triples el Real Madrid, un 30%; 5/18 el Cajasol, un 27%) y las autopistas en el rebote ofensivo (15 capturaron los de Plaza; 13 los de Laso).

El Cajasol entró en el cuarto decisivo con una sequía aún peor que la del tercer parcial, con apenas tres puntos en más de cinco minutos, por lo que la anotación del Madrid, aunque llegara a cuentagotas, fue decidiendo el choque. Y, cuando este pendía de un hilo, apareció Nikola Mirotic, cuyo talento llevaba algunas jornadas en letargo, para poner fin a las esperanzas andaluzas con dos triples. Demasiado para el Cajasol, suficiente para el Madrid.