El Milan no perdona al Roma

Algunas heridas tardan mucho en cicatrizarse. El codazo que el italiano Tassotti propinó a Luis Enrique en Boston en julio de 1994 hizo sangrar la nariz del entonces delantero de España en el Mundia de Estados Unidos y al mismo tiempo destrozó los sueños futbolísticos de millones de españoles. El árbitro de esos cuartos de final, el húngaro Sandor Puhl, no vio la falta del italiano, en el corazón del área de penalti azzurra, y los transalpinos se llevaron la victoria (2-1) y el pase de ronda. Hoy, más de 17 años después, Luis Enrique, que mientras tanto se ha convertido en el técnico del Roma, se acercó al banquillo del Milan y apretó la mano al ex defensa, segundo entrenador de los rossoneri. Los dos dejaron una foto para sellar la paz y cerrar de una vez esa vieja herida. El español, antes del partido, ya había aclarado sus intenciones: "Sé que él siente lo que hizo y le tenderé la mano".

Tras el prólogo, Roma y Milan empezaron a jugar. En el rectángulo verde el equipo de Allegri -y Tassotti- no fue tan piadoso como el técnico español y no perdonó los apagones defensivos de los giallorossi. Ibrahimovic, dos veces, y Nesta cabecearon sin casi ser presionados tres balones colgados al área que condenaron al Roma. Tres tantos especialmente dolorosos para la afición del equipo capitalino, dado que Nesta es un ex jugador del eterno rival de la ciudad, el Lazio, mientras los dos del sueco fueron propiciados por las asistencias de Aquilani, ex del Roma y fruto de su cantera. Burdisso reequilibró momentáneamente el encuentro durante la primera parte (1-1) y Bojan avivó las esperanzas de salvar por lo menos un punto a pocos minutos del final (2-3). El Milan aguantó, sin embargo, los arreones finales del rival y sumó tres puntos que le aúpan al segundo puesto de la tabla. Luis Enrique, sanada por fin la herida de un pasado lejano, deberá centrarse en curar las amnesias defensivas de su nuevo equipo, estancado en mitad de la tabla tras su cuarta derrota en nueve jornadas.

El Juventus derrota a un Inter desorientado y sigue líder

Otros dos grandes del calcio, el Inter y el Juventus, se midieron en el Giuseppe Meazza. El duelo terminó con la victoria (1-2) de los bianconeri de Conte que se confirman, de esta manera, líderes de la Serie A, mientras el Inter sigue sin encontrarse. Ranieri, que sustituyó a Gasperini a finales de septiembre, no consigue dar con la tecla y si por lo menos en la Champions ha sumado dos victorias fundamentales, en la competición doméstica los nerazzurri siguen cojeando y con ocho puntos tras nueve partidos bordean peligrosamente los puestos de descenso. La victoria de la Vecchia Signora maduró durante la primera parte. El conjunto de Turín se adueñó de la pelota y concretó su superioridad con el tanto de Vucinic, que culminó una jugada coral. A la media hora llegó el empate de Maicon, que muy escorado en el área rival soltó un disparo tremendo que se coló bajo el travesaño. Fue este el mejor momento del Inter, que poco después rozó el gol de la ventaja con un cabezazo de Pazzini que se estampó en el travesaño. Fue un espejismo. El Juventus volvió a adelantarse con un tanto de Marchisio, tras una conexión con Matri, y adormeció el partido en la segunda parte. La presión del Inter fue estéril y los de Conte, a la contra, estuvieron a punto de sentenciar el partido con Estigarribia y Del Piero. No fue necesario. El Juventus se llevó tres puntos y afianzó su liderato. El Inter se fue con un montón de dudas.

En el otro partido de la Serie A, el Catania derrotó al Nápoles (2-1).