Kaino hace de todo
El 'flanker', candidato a mejor jugador del año, ataca tan bien como defiende y acumula más minutos que nadie de Nueva Zelanda
Si hay un jugador que parece imprescindible en los All Blacks, ese es Jerome Kaino (Samoa Americana; 1983). El flanker ha disputado todos los minutos del Mundial menos dos, sustituido en el descuento de la semifinal contra Australia. Acumula, entonces, 480 minutos, 43 más que el pilier Woodcock. Su entrenador en Nueva Zelanda, Graham Henry, tiene una explicación sencilla: "Está haciendo el mejor rugby de su vida". Responde Kaino: "Cuanto más juego, mejor me encuentro". Lógicamente, como adelantó el seleccionador, también estará de inicio ante Francia, en la final del Mundial (Domingo. 10.00 horas; C+ Deportes). Entre otras cosas, porque hace de todo.
Kaino no solo acumula minutos, sino que su rendimiento, tanto en ataque como en defensa, es sensacional gracias a su físico (1,96 metros y 110 kilos) y su buen rugby. Es el único delantero del Mundial que ha anotado cuatro ensayos, la mitad de todos los que ha conseguido en toda su carrera con la camiseta de Nueva Zelanda; es el segundo máximo placador de su equipo, promediando 9,3 derribos por partido, solo superado por su capitán, Richie McCaw (14,5); es el único delantero neozelandés que ha conseguido romper la defensa contraria; y, en el partido contra Canadá, fue elegido mejor jugador merced a sus dos tries y 11 placajes. Estos números son una de las razones por las que esta semana ha sido elegido como uno de los seis candidatos ganar el premio al mejor jugador del año de la federación internacional (IRB). Los otros son: los australianos Guinea y Pocock, el francés Dusautoir, y sus compañeros Weepu y Ma'nonu. Rivales de gran altura para Kaino.
El rugby siempre se le dio bien a Kaino, que de joven era tres cuartos y que ya despuntó desde su primera temporada como profesional, en 2004. Ese curso fue nombrado mejor jugador Sub 21 por la IRB y debutó en un partido, no oficial, con la camiseta All Black, anotando un ensayo contra los Barbarians en Twickenham. Su debut oficial con Nueva Zelanda llegó en 2006, aunque se perdió el Mundial del año siguiente. "No estaba preparado", conviene el flanker. Algo que cambió en 2008, un fijo en la selección. "Siempre tuvo cualidades atléticas para convertirse en un gran jugador"; explica Steve Hansen, asistente de Henry; "en estos años ha crecido físicamente y sobre todo mentalmente". Ese crecimiento psicológico se ve cuando se le pregunta por su papel dentro del equipo. "Quiero ser un líder, no estar a la sombra de McCaw", afirma Kaino; "quiero que cuando el partido se ponga la fea, la gente me busque para solucionarlo".
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