Mourinho vuelve a alertar sobre los abusos de la UEFA al Madrid

El Madrid acababa de jugar uno de los partidos más completos en dos años, exhibiendo la combinación pausada como recurso nuevo, y mostrando una amplitud de plantilla envidiable, gestionada con habilidad. Después de golear al Lyon (4-0), José Mourinho, el jefe de la caseta de Chamartín, tenía motivos para estar orgulloso. Sin embargo, aprovechó el primer resquicio que encontró en su conferencia para alertar a la opinión pública sobre la existencia de viejas amenazas secretas. Para Mourinho, la oscura conspiración que la UEFA pergeña contra el Madrid es un asunto tan vivo en octubre como en abril. Así lo dejó entrever cuando le preguntaron por la tarjeta amarilla que el árbitro turco Cüneyt Cakir le enseñó a Xabi Alonso, presuntamente por lanzar una falta mientras el juez medía la distancia hasta la barrera.

"En este momento hay equipos que pueden tirar faltas rápidas", se quejó Mourinho. "Y que hacen goles sacando faltas rápidas, y que antes de que los adversarios estén organizados les marcan goles en faltas rápidas. Y a nosotros no nos han dejado. Y a lo mejor un día vamos a sufrir un gol de falta rápida y en este momento nos preguntamos cómo es posible cuando a nosotros no nos han permitido hacerlo, nos invalidan el gol y nos muestran tarjeta amarilla. La amarilla a Xabi sí debería ser un debate porque tú conoces muchos equipos que lo hacen por sistema. Siempre. Nosotros no lo hacemos siempre, pero un jugador inteligente como Xabi ha visto el movimiento de su compañero y decide sacar la falta rápida... ¡y tarjeta amarilla! La verdad es que no lo entiendo".

Mourinho no esperó. Cumplido el castigo por denunciar un complot arbitral e institucional contra el Madrid, durante la semifinal disputada al Barça la temporada pasada, empleó la primera conferencia de prensa posterior a un partido a la que pudo acudir para señalar al organismo que gobierna Michel Platini. "La UEFA puede estar tranquila porque nosotros ya sabemos que en los últimos partidos no podemos 'limpiar'", dijo el técnico, aludiendo al incidente que protagonizó hace un año en Amsterdam, cuando la UEFA lo sancionó por obligar a sus jugadores a que se hicieran sancionar para llegar a octavos de final sin tarjetas y evitar perderse partidos decisivos. "Hay otros equipos que pueden, nosotros no podemos. Por eso tranquilos, que si llegamos con tarjetas, llegamos con tarjetas".

El entrenador del Lyon opinó que el Madrid era el candidato número uno a conseguir el título en Múnich. Su colega, pesimista respecto a la competición que organiza la UEFA, no lo vio así. "Yo no veo al Real Madrid favorito", dijo Mourinho. "Agradezco mucho las palabras de Remi Garde porque ha sentido que el Madrid ha jugado muy bien y ha ganado bien a un adversario bueno como es el Olympique. Agradezco sus palabras pero yo no lo veo favorito al Madrid".

Mourinho no olvida. Ni a la UEFA ni al Barcelona, el club al que él cree que Platini pretende favorecer. Cuando le preguntaron si creía que le había tocado un grupo fácil, en comparación con los grupos del Valencia o el Villarreal, el entrenador portugués aludió por pasiva al grupo H, en donde el Barça, además del Milan, debe medirse al Viktoria Plzen, checo, y al Bate Borisov, bielorruso. "Nuestro grupo tiene un buen equipo francés, un buen equipo holandés, y el campeón de Croacia", advirtió. "Hay otros grupos en los que los grandes equipos han tenido mucha más suerte que nosotros y están jugando contra... Tuve que ir a Internet el día del sorteo para saber de qué país eran esos equipos... Lo nuestro no es sencillo. Estamos haciendo un buen trabajo. Hemos reunido nueve puntos en tres partidos. Lyon es cualquier cosa menos fácil. El Madrid, en siete partidos no pudo ganarle. Fue sencillo hoy porque jugamos muy bien desde el primer minuto".