Más emoción que juego
El Lazio bate al Roma gracias a un gol de Klose en la prolongación
Tal vez no era la mejor noche para un derbi. En la jornada anterior ya había ardido Roma durante la manifestación de los indignados. Las entradas del estadio Olímpico rebosaban de carabinieri, dispuestos a cuidar hasta los detalles más pequeños para no dejarse sorprender por un nuevo brote de violencia. Media hora antes del choque, junto a la puerta 19, muy cerca del fondo reservado a los seguidores del Lazio, un policía se dirigió a una mujer que llevaba de la mano a un chaval de unos siete años. Le pidió que quitase la bufanda del Lazio al muchacho y que se la guardase en la mochila. Demasiado pequeño para convertirse en el objetivo de cualquier fanático.
La primera parte fue un aburrimiento. Tanto que hasta a las hinchadas de ambos equipos -lo mejor del partido, sin duda- pareció olvidárseles que estaban en un derbi. El gol de Osvaldo a los cinco minutos y poco más. El estadio, por si fuera poco, presentaba demasiadas sillas vacías. Tal vez tuvieron algo que ver las exhaustivas medidas de seguridad -las entradas eran nominativas y había que identificarse como al abordar un avión- y tal vez que una de tribuna, equidistante de lo más fiero de ambas hinchadas, alcanzaba los 110 euros.
La cuestión es que ni el Lazio ni el Roma dieron precisamente un recital de fútbol y el empate, tras una salida fulgurante del Lazio en la segunda parte, equilibró las cosas en el terreno del juego, de poco nivel. En cualquier caso, la segunda parte fue un monólogo del Lazio, que jugaba con un hombre más tras la expulsión de Kjaer, central del Roma, en la jugada del penalti. Tuvieron dos oportunidades muy claras que murieron en el larguero y en un poste. Luis Enrique, en la banda, no dejó de desesperarse con los suyos en todo el partido. En definitiva, como suele suceder en estos encuentros, más emoción que juego.
Y, como también suele pasar en los derbis romanos, el espectáculo estaba asegurado solo con mirar a la grada. Antes de empezar ya se produjo un diálogo de pancartas. Los primeros en desenfundar, tal vez porque ayer les tocaba jugar en casa en el bellísimo estadio que comparten, fueron los hinchas del Lazio, que presumían de ser los guardianes de las esencias de la tradición romana. Desde el fondo del Roma les respondieron: "Nosotros somos baluartes del ser. Vosotros, símbolos del aparentar". Y desde el fondo del Lazio, todavía una respuesta más: "Por historia y tradición, de vosotros ninguna lección".
Ya en el tiempo de descuento, Klose, el goleador del Lazio, marcó. El de la fila de delante pareció enloquecer con la victoria (2-1) y el águila de los blanquizales salió al césped.
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