La elasticidad de Thiago

A cada fichaje del equipo, las palabras de Andoni Zubizarreta, director deportivo del Barça, sugerían la propuesta de juego a desplegar, la estirpe de futbolistas a reunir. "Nos aporta algo distinto. Destaca por su versatilidad", repitieron desde la secretaría técnica azulgrana a la llegada de Villa, de Afellay, de Alexis Sánchez y de Cesc. Resulta que al técnico Pep Guardiola, intervencionista como pocos porque entiende que al rival se le gana desde el retoque en la alineación para hurgar en los puntos flacos adversarios, no le gusta el jugador atornillado a su parcela y, desde hace un tiempo, tampoco el dibujo táctico inflexible. La utilización de Thiago como mediocentro frente al Racing (3-0) explica ese empeño por la innovación, esa elasticidad del equipo para amoldarse a cualquier sistema y posición, casi siempre con buen resultado.

Busquets, Mascherano y Keita, ejes por definición, iniciaron el partido ante el Racing en el banquillo. No había un mediocentro natural. Pero estaba Thiago, titular en seis de los últimos siete compromisos azulgrana. "Ha evolucionado mucho", le elogia Guardiola. Tanto, que puede actuar de 4, la posición que instauró Johan Cruyff con la figura de Milla. Desde entonces, esa demarcación ha sufrido una gran metamorfosis. Se ha pasado de organizadores, como el propio Milla, Guardiola, Xavi en sus inicios... a jugadores de más músculo, de choque y menos velocidad en la gestión del pase, como Edmilson, Márquez o Cocu y Frank de Boer en ocasiones, en lo que era la acentuada escuela holandesa. Ahora, sin embargo, el técnico azulgrana ha decidido darle una nueva vuelta de tuerca -circunstancial porque, de nuevo, el equipo a configurar depende del rival- con un mediocentro de toque, de esos que se desprende rápido del balón y que, además, entiende el pase interior y vertical como una opción más que plausible.

La irrupción de Thiago y su versatilidad, sin embargo, es solo un ejemplo. Resulta que Cesc puede jugar donde quiera porque entiende el fútbol como pocos, eje curtido en Inglaterra, volante ocasional, mediapunta por predilección, falso delantero porque así lo reclama el equipo ante la ausencia de Messi y extremo si hace falta. Alexis, lesionado ahora, también puede jugar en cualquiera de las dos bandas; Abidal ya no se sabe si es lateral o central; Afellay se encuentra cómodo en cualquier posición ofensiva del equipo como Iniesta; y a Messi solo hay que ponerle sobre el tapete para que provoque un desaguisado al contrincante. Muchas opciones para Guardiola, que incluso ya prueba con el 3-4-3, deje cruyffista como pocos. Y funciona porque este Barça es de lo más elástico y, de paso, efectivo.