La fe del Valladolid priva del liderato al Almería

Durante 90 minutos el Almería tuvo hechuras de líder. Se defendió con soltura y sin grandes agobios, hizo daño en el ataque cuando se desató y mantuvo a raya a otro de los candidatos al ascenso a final de temporada. Pero el descuento fue generoso con un Valladolid que, convencido de que la mejor forma de que el balón te haga caso es tratarlo con mimo, encontró premio (1-1) a su tesón.

Los blanquivioleta salieron fieles a su estilo y trataron de tejer su fútbol a través de largas combinaciones con Sisi como epicentro y Javi Guerra como destinatario -con el goleador del equipo, Bueno, en el banquillo-. Por el contrario, el Almería trataba de descoser al equipo pucelano en sus vertiginosas salidas, menos líricas pero más punzantes. En una de ellas, Soriano fue derribado nada más poner el pie en el área, pero el árbitro no señaló los 11 metros. Los de Djukic se estrellaron una y otra vez en la muralla almeriense del centro del campo y las carreras de Soriano rompían las líneas vallisoletanas en un partido cuyo guion respondía más a los planes de Alcaraz que a los del serbio. Teoría que Corona se encargó de hacer realidad en el marcador con un excelente lanzamiento de falta, forzada por una gran maniobra de Vidal en la frontal del área cuando se acercaba el descanso.

En la segunda mitad, el Almería siguió organizándose a partir de la defensa, aunque, al contrario que en el primer acto, no logró frenar al Valladolid en la medular, sino que retrasó las líneas hasta resguardarse en su área. Balenziaga, dueño del carril izquierdo, insistía una y otra vez, ya con Bueno, que entró por Óscar, sumado a la nómina de candidatos a sus centros. También refrescó la delantera Alcaraz quitando a Ulloa -no pudo continuar su racha goleadora- por Goitom. Los pucelanos vivían más cerca de Esteban, pero sin crear suficiente peligro ante la impermeabilidad de su defensa, en la que incluso Goitom hacía las veces de lateral. A punto estuvo el sueco, cuando ejerció de delantero, de dar la puntilla al Valladolid tras una escapada de Alex Vidal, al que aún le quedaba fuelle.

Pero el Valladolid no cejó en sus buenas intenciones, resistiéndose a rifar balones, aunque sus intentonas murieran en una zaga en la que, tras cada pase y cada regate, siempre parecía que había un defensa más por superar. Y, cuando no, era Esteban el que hizo acto de presencia, como pudo acreditar Javi Guerra al rematar un malintencionado centro de Sisi ya en la recta final. Pero al 9 blanquivioleta le dio tiempo a intentarlo una vez más. Balenziaga puso una más y Guerra la ajustó al palo, arrancando el empate y privando del liderato al Almería.

Guadajalara, 1; Hércules, 2.

El tropiezo de última hora del Almería hizo aún mejor la victoria que el Hércules protagonizó por la mañana ante el Guadalajara (1-2), que coloca al equipo alicantino como líder y supone la segunda derrota del recién ascendido desde que hace un par de jornadas se encontrara al frente de la clasificación.

Menos lustroso que el primer puesto ganado por el Hércules fue el desarrollo del partido, plomizo y sin grandes ocasiones. Apenas creó peligro el equipo visitante, que se encontró con el regalo del guardameta rival para ponerse por delante. Saizar erró con el pie y convirtió su entrega en una asitencia a Carlos Calvo, que no desperdició la ocasión de poner el 1-0 (m. 35).

En la segunda mitad, el equipo de Terrazas logró encajonar en su campo al Hércules, pero su dominio fue más posicional y aparente que efectivo. Cuando agonizaba el encuentro, el central Arbilla, en una larguísima carrera, aprovechó una contra para sentenciar el partido con el segundo gol, haciendo inútil el postrer tanto de Gago a la salida de un córner, ya en el descuento.

Sabadell, 1 - Recreativo, 0.

El Sabadell, recién ascendido, continúa sorprendiendo y se encaramó a lo más alto de clasificación, empatado a 16 puntos con el Hércules, tras superar en el partido que sellaba la jornada al Recreativo (1-0). Pese a las numerosas bajas que azotan a los catalanes, el equipo de Luis Carreras volvió a sumar una nueva victoria, la quinta en sus siete encuentros disputados, en este caso ante un rival que se queda a un solo punto de los puestos de descenso.

El Sabadell se llevó los tres puntos gracias a un tanto a la media hora de juego de Puigdollers, que recogió el balón en la frontal y superó a Manu. El portero visitante rozó la pelota, pero no pudo impedir el gol que llevó la alegría a una grada cada vez más acostumbrada a las alegrías.

Nàstic, 0; Cartagena, 0.

El duelo entre los dos colistas de la categoría dejó claros los motivos por los que ambos se encuentran en dicha situación. Nàstic y Cartagena, que en seis jornadas apenas habían sumado siete dianas entre los dos, dejaron ver sus carencias con el balón en un empate sin goles que ahonda las malas sensaciones de ambos.

Desde el principio, Powell se afanaba por buscar remates a los centros del Nàstic y Collantes, por parte murciana, se esmeraba en ponerlos en el que parecía el único recurso de ambos equipos para tratar de acercarse al gol. Pero uno tras otro morían inofensivos en las cabezas y las piernas de los centrales cuando no iban a parar directamente fuera del campo. Tuvo que ser un rebote tras un disparo el que generara la mejor ocasión, ya pasada la hora de partido, pero Powell, incansable -suyos son tres de los cuatro tantos que lleva el equipo-, se encontró con el larguero tras recoger el rechace.

La clasificación de ambos en la tabla acogotó a los jugadores, a los que se les apagaron todas las luces, pero el Nàstic, cuyo público se impacientaba, parecía más decidido a buscar el gol. Peragón recogió un nuevo balón suelto en la frontal y, tras abrirse ángulo con un par de amagos, volvió a encontrarse con la madera. Las imprecisiones catalanas en las cercanías del área subsanaban las dudas defensivas del Cartagena y el equipo grana continuó bombeando balones apenas llegaba a los dos tercios del campo. Pudo lograr el milagro el Cartagena en la última jugada, cuando Collantes se llevó a trancas y barrancas la pelota y Goiria remató de espuela su centro, pero el meta del cuadro tarraconense, Rubén Pérez, certificó un 0-0 que parecía predestinado.

Córdoba, 1-Villarreal B, 1

El Córdoba no logró pasar del empate ante uno de los filiales de la competición, que pudo haberse llevado más botín de su visita a El Arcángel si hubiera aprovechado las múltiples ventajas que la defensa local le ofreció en la primera parte, en la que regaló varios balones de gol a la hora de salir con el balón jugado. Joselu, en racha, inauguró el marcador tras un desmarque apurando el fuera de juego y pudo aumentar su cuenta y la del equipo en un nuevo mano a mano, que desbarató Alberto, muy atareado en arreglar los desaguisados de su zaga. Pese a los problemas atrás, el conjunto andaluz logró empatar antes del descanso, cuando Patiño sorprendió a la zaga amarilla colándose entre los dos centrales para conectar un centro de Fuentes.

En la segunda mitad el recuento de ocasiones fue más parejo y ambos pudieron aumentar sus respectivas cuentas. En el tramo final, con los equipos visiblemente cansados, Kike López envió un tiro al palo tras un pase de Airam, que había entrado por Joselu. Respondió el Córdoba, que perdonó en el área pequeña, donde Peña no supo colocar un remate de cabeza franco en la última ocasión del partido.